
Revista Trinchera dialogó con el psicólogo, miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP) y analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la), Nicolás Centurión, quien analizó cómo está enfrentando Uruguay la pandemia del COVID-19.
¿Cuál era la situación general del país previa a la aparición de la pandemia?
El 1ro de marzo asumió un gobierno de coalición de derechas. Cinco partidos de un arco que va desde una social democracia cristiana hacia la ultra derecha militar, para vencer al Frente Amplio después de 15 años consecutivos de gobierno. El Frente Amplio había dejado al país con porcentajes de pobreza e indigencia a niveles mínimos históricos pero a la par un endeudamiento preocupante a futuro y un déficit fiscal que rozaba el 5%. Pero quizá lo más preocupante es la falta de organización y movilización que dejó el Frente Amplio. La asunción del nuevo gobierno pronosticaba una debacle para la clase trabajadora y aprovecharon la pandemia para llevar adelante su proyecto de ajuste. Por dar un ejemplo el dólar aumentó $6 en los primeros días de gobierno y se anunció el envío de una ley de urgente consideración que consta de 501 artículos para tratar en 60 días.
¿Cómo caracterizarías la actitud del gobierno nacional para enfrentar al COVID-19?
Las medidas que ha tomado el gobierno han beneficiado claramente a los sectores económicos concentrados. Es un gobierno oligarca que gobierna para la oligarquía nacional. Todas medidas que benefician al sector exportador, a los grandes terratenientes y exoneraciones fiscales a las empresas. Para los trabajadores apenas una canasta de $1200 (unos 30 dólares a la cotización actual) mientras se aumentan los precios de los productos básicos, de las tarifas y del transporte. Eso en materia económica, luego en materia sanitaria no se ha implementado la cuarentena obligatoria. Eso implica que el sector informal ha quedado por el suelo y la pobreza ha aumentado en 100.000 personas en un país con poco más de 3 millones de pobladores. Prácticamente se ha parado el país pero sin sostén para los trabajadores y en grises exhortaciones mientras se desmantelan planes y programas sociales con la complicidad de los medios de comunicación hegemónicos.
¿A qué le atribuís la actitud adoptada por el gobierno?
Como planteaba anteriormente, es un gobierno de oligarcas gobernando para la oligarquía. Para ellos mismos o para los amigos y afines que los llevaron al gobierno. Al sector agroexportador, a los medios de comunicación hegemónicos, a los grandes empresarios. El gobierno que se autodenomina Coalición Multicolor, que es liderada por el Partido Nacional (partido histórico junto con el colorado y de raigambre liberal y conservadora, asociado a la Iglesia Católica) viene a terminar el proyecto inacabado de su gobierno en los 90. Justamente liderado por el padre del actual presidente. Una oligarquía con nombre y apellido: los Lacalle Herrera. Como buena dinastía tiene que tener su apellido compuesto.
¿Qué efectividad consideras que tienen las medidas adoptadas?
El tema que la efectividad depende para qué sector social. En Uruguay según las cifras oficiales son pocos los casos de contagios y de fallecidos. Pero desde el sindicato médico hasta la OMS ha sugerido realizar muchos más tests, porque se realizan solo a los que se tiene sospecha de que tienen coronavirus. Entonces esta curva aplanada despierta sospechas en varios actores sociales.
¿Cuál ha sido la actitud de la oposición en esta situación? ¿Actuaron con prudencia y colaborando a mejorar o aprovecharon para golpear al gobierno?
La actitud del Frente Amplio como oposición luego de 15 años siendo oficialismo ha sido responsable con respecto a la pandemia, pero condescendiente demás ante el proyecto de ajuste de las derechas. Solo algunos sectores del Frente Amplio recién ahora han empezado a levantar la voz, ya que la Ley de Urgente Consideración (LUC) plantea cuestiones que nada tienen que ver con la pandemia. La misma se basa en 3 ejes: criminalización de la protesta, mercantilización de la educación, desmantelamiento de las empresas públicas.
¿Cómo repercutió este nuevo escenario en la economía nacional?
Los pronósticos vaticinan que la caída del PBI será del 3%. Se venía con un leve crecimiento de la economía, de apenas un 1% anual. La inflación ha superado los dos dígitos luego de años varios con un solo dígito. Cien mil uruguayos han caído por debajo de la línea de pobreza. Más de 150 mil en el seguro de paro y otros tantos miles despedidos.
¿Cómo repercutió la pandemia en el día a día del pueblo?
Al principio con sorpresa. Las medidas del gobierno no eran claras y a su vez contradictorias entre sí. Poco a poco las ciudades fueron quedando vacías. Los comercios empezando a cerrar y sosteniéndose por la incertidumbre ya que las políticas para los pequeños comerciantes fue nula. En la primer semana los supermercados se abarrotaron de personas que llenaban sus carros y dejaban casi sin stock a estos. Hoy día es obligatorio el uso de barbijo en estos establecimientos, el ingreso de a una persona por núcleo familiar. Pero las aglomeraciones en el transporte público se siguen dando ya que muchos uruguayos y uruguayos siguen yendo a trabajar para poder subsistir y en su rubro no se puede implementar el teletrabajo.
¿Cuál es la percepción en las calles tanto de las medidas como de la situación cotidiana?
A pesar de que las medidas sean en contra de los trabajadores la aprobación a la gestión del presidente son de más del 60%. Esto debe llamar la atención de los que estamos del lado del campo nacional y popular para analizar el rol de los medios de comunicación y a su vez la penetración del sentido común neoliberal en la gran mayoría de la población. Esto se suma a la campaña feroz de desprestigio contra todo lo que implique organización popular, dígase sindicatos, gremios estudiantiles y toda la izquierda.
Más allá de las medidas oficiales ¿Cómo está haciendo el pueblo en general para sobrellevar esta situación?
Han vuelto después de 18 años las ollas populares y los caceroleos. La solidaridad del pueblo y desde abajo es la que está sosteniendo a los sectores menos favorecidos. Con campañas de abrigo, reparto de viandas y merenderos.
¿Cuál es la actitud de los empresarios?
La misma actitud que en épocas de bonanza, servirse de “Papá” Estado de todas maneras. Con exoneraciones o reclamos. El gobierno ha sido expedito con esta situación y enseguida los ha asistido. El gobierno ha contribuido con un 25% en un llamado Fondo Coronavirus para los trabajadores que están en seguro de paro; y el propio gobierno ha dicho que es aporte de los empresarios, un sin sentido de proporciones bíblicas.
Del mismo modo, ¿Cómo están actuando los medios de comunicación?
Como decía anteriormente, blindando al gobierno en toda sus medidas. Sobre todo porque con la LUC se verán favorecidos los canales privados. Es un reality show de 24 horas de lo que hace el presidente y luego a la noche diarias conferencias de prensa que se transmiten en cadena nacional sin que se diga oficialmente.
¿Cuáles crees que serían las medidas más urgentes que debería adoptar el gobierno en este contexto, entendiendo las particularidades del país?
Primero frenar los desahucios por moratoria de pagos en alquileres. Frenar la suba de precios de la canasta básica y a su vez tener un control de precios. Congelar los aumentos de tarifas de servicios públicos. Renta básica transitoria para los que lo precisen. Fortalecer el primer nivel de atención en salud ya que el mismo se está desmantelando.