Ruiz Peña: “El régimen de Añez demuestra día tras día que la vida de las y los bolivianos es lo último que le interesa”

Ruiz Peña: “El régimen de Añez demuestra día tras día que la vida de las y los bolivianos es lo último que le interesa”

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

Dialogamos con el periodista boliviano Rodrigo Ruiz Peña acerca de cómo está afrontando ese pueblo no sólo a la pandemia sino al gobierno de facto que encabeza Añez.


¿Cuál era la situación general del país previa a la aparición de la pandemia?

La situación era crítica debido al golpe de Estado del 10 de noviembre de 2019. La conspiración de 14 años llevada a cabo por EEUU, que para el año 2019 ya tenía infiltradas todas las esferas de poder del gobierno popular del MAS, se consolidó con el amotinamiento de policías y la renuncia obligada del presidente constitucional, Evo Morales Ayma, por presión de las fuerzas armadas.

Los esfuerzos de la Escuela Antiimperialista de las Fuerzas Armadas, a la cabeza de la brillante Helena Argirakis, no fueron suficientes y resultaron demasiado tardíos. Una vez más las tanquetas desfilaban por las ciudades del país luego de la consumación de un golpe. Esta vez, con la aclamación de una gran parte de la población, que festejó la entrada de los militares y “legitimó” las masacres de Sacaba y de Senkata y la brutalidad del Terrorismo de Estado que empezó a perseguir a toda la militancia popular, a los movimientos sociales y a cualquier disidencia. Terrorismo y sedición fueron las excusas para torturar, asesinar y encarcelar. 

Desde la ilegítima asunción de Jeanine Añez, las órdenes las da Erik Foronda, el agente de la CIA que funge como su secretario privado. Foronda es un periodista que fue encargado de prensa en la embajada norteamericana durante 13 años (de 1995 a 2008) hasta que fue expulsado por Evo Morales junto al embajador Phillip Goldberg. Desde entonces trabaja para la mencionada agencia de inteligencia y además de ser miembro activo del partido republicano. Foronda es el verdadero presidente de facto y desde el primer momento del golpe, la prioridad fue la política exterior: Foronda rompió inmediatamente relaciones con Cuba y cambió toda la dirección de la política exterior.

Por otro lado, las elecciones que debían realizarse este 4 de mayo, suspendidas sin nueva fecha a causa de la pandemia, se encaminaban a un verdadero fraude, dado que el órgano electoral está compuesto por personas puestas a dedo por el gobierno de facto. Incluso se especulaba mucho con que no habría elecciones. No por el coronavirus, sino porque el golpe estaba entrando en una fase más dura y circulaba la idea de un posible gobierno militar y el cierre de la asamblea.

Ya era evidente la necesidad de saqueo inmediato y rápido de los recursos estratégicos. Con el virus entrando en el escenario el camino se torna convenientemente expedito para avanzar con la rapiña y suspender las elecciones de manera indefinida.

¿Cómo caracterizarías la actitud del gobierno nacional para enfrentar al COVID-19?

Hay que tomar en cuenta que la presidenta de facto, Añez, está en campaña electoral, pues se postula para estas elecciones -sin fecha-, lo que ha sumado al fraccionamiento de la derecha boliviana que le sigue dando dolores de cabeza a la embajada norteamericana por su mezquindad y mediocridad. Con esto quedan disputando el segundo lugar (dado que el primero es del MAS): Jeanine Añez, Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa. En este contexto se intenta explotar la imagen de madre y religiosa de Añez. Sin embargo, en el cotidiano, el gobierno de facto demuestra su falta de humanidad, de transparencia y su ineptitud. Clara muestra de esto, son los compatriotas bolivianos varados en territorio chileno en la frontera con Bolivia, totalmente abandonados por el gobierno de facto, o el pedido de Añez de oración y ayuno para superar la pandemia, que no solo viola la Constitución en su Art. 4 (que determina la laicidad del Estado boliviano) sino que se burla de quienes vienen sufriendo un ayuno obligatorio por falta de recursos.

Verdaderos despilfarros de recursos realiza la dictadura en el nombre de Dios, cuando lleva en helicóptero a un pastor evangélico tirando agua bendita a las ciudades como medida contra el coronavirus. Tal es el descaro, que el pastor que bendice en helicóptero es el señor Juan Carlos Añez Chávez, hermano de la presidenta de facto y candidato a diputado por su fuerza política. Esa es la impunidad con la que se burlan de la gente.

Si bien la medida de cuarentena se muestra como lo más acertado a nivel mundial, no hay una estrategia del gobierno dictatorial que se pueda vislumbrar para hacer frente a lo que se viene. En Bolivia la cuarentena total inició el 23 de marzo y por el momento será hasta el 10 de mayo, aunque se presume que se ampliará. A la par de ello, el gobierno de facto ha recurrido a la creación de bonos:el bono familia de 500 pesos, el bono universal de 500 pesos, un plan de apoyo al pago del salario y un plan de empleo consistente en préstamos a 5 años plazo. Por supuesto esto no es suficiente, pero son políticas posible gracias a la gestión económica del anterior gobierno. Es más, hay fondos para redistribuir y apoyar al pueblo en este momento tan difícil, pero está claro que ese no es el plan.

Es preocupante la política de endeudamiento externo e interno que está llevando adelante la dictadura: en pocos meses, la deuda externa ha subido en más de USD 2.000 millones y la interna en más de USD 1.500 millones. Con la excusa del coronavirus, el gobierno de facto le suplica fondos al FMI destrozando una política de 14 años.

Por otro lado el nuevo ministro de salud, Marcelo Navajas, médico oficial de la embajada norteamericana, ha ordenado que solo se realicen tests de coronavirus a quienes ya hubiesen contraído el virus. Un despropósito que raya en la imbecilidad o la perversidad. La falta de pericia de quienes hoy están manejando el gobierno, solo avizora hambre e injusticia sobre el pueblo boliviano.

¿Qué efectividad considerás que tienen las medidas adoptadas?

Los bonos no son suficientes y deben ser prorrogados. Si bien es mejor que nada, debe haber una política muy fuerte de redistribución de la riqueza e impuestos a las grandes fortunas. Por supuesto eso no ocurrirá. Por lo demás, el pueblo boliviano vive en una vulneración constante de sus derechos humanos y las medidas que se adoptaron son de persecución y silenciamiento a quienes denuncian al gobierno de facto. En vez de elaborar estrategias para salir de la pandemia están haciendo ciberpatrullaje en redes sociales y encarcelando a supuestos “guerreros digitales del MAS” por “desinformar”. La cuarentena o pseudo Estado de Sitio le ha venido como anillo al dedo al régimen para moverse con total impunidad y dejó a todas las organizaciones sin capacidad de reacción.

¿Cuál ha sido la actitud de la oposición en esta situación? ¿Actuaron con prudencia y colaborando a mejorar o aprovecharon para golpear al gobierno?

En el caso boliviano la oposición está fuertemente perseguida. Sin embargo han sido distintos funcionarios y candidatos del MAS los que han estado organizando las ollas populares para hacer frente al hambre. El mayor referente y quien lidera la oposición es sin dudas, Andrónico Rodriguez, del trópico del Chaparé.

Recientemente Evo Morales ha denunciado un plan de la DEA y de la NAS de intervenir este fin de semana el trópico cochabambino para detener a Leonardo Loza y Andrónico Rodríguez, ambos destacados dirigentes del MAS. La persecución va en escalada y este tiempo de “excepción” es idóneo para hacerlo con total impunidad.

¿Cómo repercutió este nuevo escenario en la economía nacional?

Con una profunda crisis de la cual no conocemos su magnitud total pero que ya se está traduciendo en hambre y desesperación. La economía boliviana gozaba de buena salud y del mayor crecimiento regional a pesar de la crisis financiera global, pero quienes el gobierno de facto, está haciendo méritos para destruir todo lo construido y entregar el país de nuevo a manos del FMI. La economía no solo sufrirá el embate del coronavirus, sino el saqueo planificado de quienes usurparon el control del Estado. 

¿Cómo repercutió la pandemia en el día a día del pueblo?

A cada quien según su clase social. El pueblo de a pie siempre es el que más sufre. Quienes viven del día -y son muchos-, no tienen que llevar a sus casas para comer. El hacinamiento y la violencia de género construyen un panorama desgarrador. El gobierno persigue a los más vulnerables y hace la vista gorda con los demás.

¿Cuál es la percepción en las calles tanto de las medidas como de la situación cotidiana?

En las calles, en general, se ve muy poca gente. Cada persona tiene solo un día a la semana para salir a abastecerse, de acuerdo al número de terminación del carnet de identidad. Mayoritariamente son las personas que viven en situación de calle y quienes tienen que salir aunque sea para pedir una limosna para dar comida a sus hijos. Es desolador. También se ven bastantes venezolanos que han quedado varados. Familias enteras. En los barrios se arman ollas populares, pero eso no alcanza.

La percepción respecto a las medidas del gobierno no es homogénea. Para los sectores más humildes los bonos son una ayuda, pero se sabe que no es suficiente y se padece la mala organización, improvisación y falta de medidas de bioseguridad para su implementación. Las “clases medias”, sin hambre, refuerzan el discurso anti bonos y critican el despilfarro, considerando que estas medidas “populistas” hacen daño. 

¿Qué rol están jugando las FFAA en esta particular situación?

Del 7 al 14 de abril se militarizó por completo el territorio nacional debido al incumplimiento generalizado de la cuarentena. Los militares se desplegaron en cada esquina de todas las ciudades del país. Por el momento están realizando una labor de control a través del miedo. Pero hacia su interior también se están dando muchas pugnas que aún no están resueltas. La opción del gobierno militar aún está vigente, sobre todo en este nuevo contexto donde Añez prefirió ser candidata y dejó la presidencia a la deriva y sin capacidad real para hacerle frente al COVID-19.

Más allá de las medidas oficiales ¿Cómo está haciendo el pueblo en general para sobrellevar esta situación?

La gente más humilde siempre es solidaria y se organiza para hacer frente, sobre todo, al hambre. Pero las en esferas más “clasemedieras”, hay un individualismo mucho más marcado y en muchos casos directamente un sálvese quien pueda.

¿Cuál es la actitud de los empresarios?

Los empresarios están en situación de emergencia y vienen presionando al gobierno -que ayudaron a formar-, para que tome medidas a su favor. Puntualmente que les inyecte recursos.

Del mismo modo, ¿cómo están actuando los medios de comunicación?

Los medios de comunicación hegemónicos, en su mayoría cómplices del golpe de Estado, manejan una misma línea y agenda. El foco está en el alarmismo pero poca profundidad de investigación. Nada contra el gobierno de facto y nada sobre lo que ocurre a espaldas de la gente. La agroindustria, por ejemplo, no ha parado. Es más, avanza sin frenos. Los incendios en la Amazonía son más extensos que el año pasado en la misma fecha, y  ya van en 3.368 incendios, pero de eso no se dice nada. Por otro lado se avanza en la restauración neoliberal y el FMI aprueba 327 millones de dólares para que Bolivia enfrente la pandemia. De esto tampoco se dice nada.

Y así en general, ya que mientras la población cumple con la cuarentena, el gobierno de facto se mueve a sus anchas. Todo con la complicidad de los grandes medios.  Sin dudas esta es una página oscura para el periodismo boliviano.

Por su lado los medios críticos han sido callados y sus integrantes son perseguidos por sedición. Incluso ciudadanos que no forman parte de ningún medio alternativo, pero publican y denuncian, son amedrentados y detenidos. Acaba de salir un pronunciamiento de alrededor de 50 periodistas que denuncian la reciente detención ilegal del ciudadano Mauricio Jara sindicado de ser un “guerrero digital” por su participación en distintos grupos de whatsapp del MAS y sus posteos en redes digitales.

El mundo debe saber que en Bolivia no existe ni libertad de expresión ni respeto por los derechos humanos.

¿Cuáles crees que serían las medidas más urgentes que debería adoptar el gobierno en este contexto, entendiendo las particularidades del país?

Necesitamos la ayuda de la comunidad internacional y apartar a los improvisados que hoy tienen en sus manos las vidas de las y los bolivianos. Es urgente recibir la ayuda de China y de Cuba,sin embargo el gobierno de facto expulsó como a perros a los médicos cubanos.

Es urgente la implementación de políticas sociales de redistribución de la riqueza y utilizar lo ganado en 14 años de crecimiento durante el gobierno del MAS, para afrontar esta crisis de carácter económico y humanitario.

Sin embargo, las medidas más urgentes para proteger al pueblo boliviano, no las va a adoptar el gobierno de facto. Si hay algo que el régimen de Añez demuestra día tras día, es que la vida de las y los bolivianos es lo último que le interesa. El pueblo boliviano sufre la pandemia y la dictadura.

Cuidar la industria nacional no es la peor abdicación de política exterior, es soberanía

Cuidar la industria nacional no es la peor abdicación de política exterior, es soberanía

TIEMPO DE LECTURA: 10 min.

Por Miranda Cerdá Campano*

En una nota publicada en Infobae, Diego Guelar, ex embajador argentino ante la Unión Europea y en Brasil durante los mandatos de Carlos Menem, en Estados Unidos durante el gobierno de Eduardo Duhalde y en China durante los cuatro años de macrismo, afirma que la “salida del Mercosur es la peor abdicación de política exterior”.

En los renglones siguientes, Guelar asegura que Argentina “volvió a los paradigmas ideológicos vigentes entre 2003 y 2015” y otra sarta de estupideces infundadas como que el primer paso en falso que dio el organismo fue “incorporar a Venezuela”.

En primera instancia estaría bien contarle que Argentina no se retiró del Mercado Común del Sur y en segunda instancia, comentarle que cuidar la industria nacional, aún más en este contexto de pandemia, no es ni la peor abdicación de política exterior ni un paradigma ideológico: es una decisión soberana.

Hace algunos días, Argentina se retiró de las negociaciones que venían llevando adelante los países del Mercosur para acordar un tratado de libre comercio con Corea del Sur, Singapur, Canadá, India y el Líbano.

El presidente Alberto Fernández y el ministro de Relaciones Exteriores Felipe Solá concluyeron que las negociaciones que se estaban realizando eran perjudiciales para el país, porque se trataba de acuerdos de libre comercio con países que producen bienes que compiten directamente con la industria local. La conclusión fue que, en este escenario aún más complejo por la pandemia del coronavirus, esto podría resultar letal para la producción nacional.

Foto tomada de http://www.tradenews.com.ar

Rápidamente, los medios hegemónicos de comunicación salieron a plantear que Argentina había abandonado el Mercosur y que la decisión era ilegal. Como no podía ser de otra manera, porque hasta en este contexto tienen que boicotear todo con sus trolls, la mesa directiva de Juntos por el Cambio difundió un comunicado rechazando la medida.

“La irresponsabilidad de los que nos critican hoy ya quedó demostrada. Hablamos con los países hermanos de la Argentina real, no de la que solo estuvo en las cabezas de los CEO que nos endeudaron para que se fugara la plata”, dijo Solá, y en esta oportunidad -porque cabe señalar que para hablar sobre Venezuela no fue muy responsable- estuvo acertado.

Parece necesario volver a señalar que los que piden tratados de libre comercio del Mercosur con otros países no pueden destacar un solo beneficio para el trabajo argentino y ya quedó demostrado en las primeras negociaciones del acuerdo Mercosur – Unión Europea, que comenzó a tratarse durante el año pasado.

En un contexto extremadamente complejo como el que nos atraviesa por la pandemia del coronavirus, nuestra industria, nuestros servicios y también nuestros empleos afrontan una gran incertidumbre. “¿Es el momento para aceptar una aceleración de los acuerdos de libre comercio? ¿Con qué consecuencias?”, se preguntó Solá.

Y la respuesta parece un tanto obvia para quienes todos los días imaginan un mundo más justo, pero quizás no para el Canciller. Está claro que este no es el momento de aceptar acuerdos de libre comercio, pero también está claro que nunca lo será para los países del Tercer Mundo mientras exista el sistema capitalista. Mientras seamos parte de un orden económico y político global por siempre desigual, la negociación económica entre desiguales proporcionará desigualdades en la capacidad de negociación en favor de las economías más fuertes.

Esto no se basa en una especulación: hay casos de otros países que firmaron Tratados de Libre Comercio con Corea del Sur hace pocos años, como Colombia, Perú y Chile. Las organizaciones sociales y sindicales colombianas denunciaron que este tratado profundizaría el déficit comercial y pondría a Colombia en el lugar de proveedor de productos primarios contra la importación de productos manufacturados con alta tecnología incorporada.

La industria de electrodomésticos colombiana denunció que tras iniciarse el TLC, la importación de productos con cero aranceles desde Corea del Sur estaba afectando fuertemente al sector, especialmente a empresas medianas y pequeñas y con ello, al empleo. Algo similar pasó con Perú y Chile. Cuando entraron en vigencia sus TLC con Corea, las exportaciones subieron, pero las importaciones crecieron el doble.

Ya lo dijo el Che Guevara en un discurso pronunciado el 24 de febrero de 1965 en el Segundo Seminario de Solidaridad Afroasiática, realizado en Argel: “¿Cómo puede significar beneficio mutuo vender a precios de mercado mundial las materias primas que cuestan sudor y sufrimiento sin límites a los países atrasados y comprar a precio de mercado mundial las máquinas producidas en las grandes fábricas automatizadas del presente?”

El acuerdo con la Unión Europea sigue vigente

Pese a abandonar las negociaciones con Corea del Sur, Singapur, Canadá, India y El Líbano, Argentina también confirmó que no habrá cambios en las que están próximas a cerrarse o que ya se anunciaron, como el acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE) y con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA).

Aun en este contexto de intervención de los Estados en las economías, sigue habiendo una enorme cantidad de negociaciones de Tratados de Libre Comercio que no son puestos en cuestión y muchas veces estas negociaciones siguen por videoconferencia con la participación de parlamentarios y representantes comerciales, sin información ni debate público porque el contexto ayuda para que todo se haga rápido y tras bambalinas.

Foto tomada de http://www.conclusión.com.ar

El acuerdo Mercosur-UE también tiene que suscitar la atención del Gobierno argentino porque puede tener un fuerte impacto en la seguridad sanitaria del país. No nos olvidemos que el acuerdo con la UE cuenta con un capítulo de apertura de compras públicas en el cual se obliga al Estado a generar licitaciones públicas abiertas y poner en el mismo nivel a los laboratorios nacionales con las mega-corporaciones farmacéuticas europeas.

En este sentido, y de acuerdo con un reporte[1] escrito por los investigadores Luciana Ghiotto y Javier Echaide, lo que ya está probado en otros países es que la liberalización de compras públicas lo que ha hecho es concentrar el poder en estas farmacéuticas y encarecer el precio de los medicamentos.

La profundización del principal modelo extractivo ya se puede observar como consecuencia de acuerdos comerciales firmados por la UE con países latinoamericanos. La diversificación económica prometida que vendría con estos acuerdos nunca sucedió, pero sí la explotación de nuestros bienes comunes y la dependencia de la exportación de materias primas y productos agrícolas. El Mercosur podría sufrir una mayor desindustrialización y la exacerbación de las consecuencias ambientales y sociales negativas que derivarían de la profundización de un modelo productivo basado en monocultivos y la explotación de minerales.

Este tipo de acuerdos comerciales no solo favorecen la diversificación de las exportaciones, sino que también impulsan la concentración de capital en pocas manos -a menudo extranjeras- en el sector exportador. Después de la entrada en vigor del acuerdo comercial entre Chile y la UE en 2005, las exportaciones aumentaron un 23%, impulsadas por el cobre, pero las industrias nacionales solo vieron un crecimiento de las exportaciones del 2% en ese período[2].

En resumen, se muestra que los acuerdos comerciales firmados por la UE con los países de Nuestra América han profundizado la tendencia a la especialización en la producción de materias primas y la explotación de bienes comunes, sacrificando grandes partes de bosques y ecosistemas diversos, esenciales para crear un ambiente saludable y mitigar el cambio climático.

El Mercosur y la UE tienen innegables asimetrías económicas. Una vez que entre en vigor este acuerdo, se mantendrán y profundizarán las asimetrías existentes. Los sectores que se beneficiarán en ambos bloques son los que ya son más competitivos: en la UE, la industria y el sector exportador de capital, y en el Mercosur, los agronegocios.

Argentina debe salir de este acuerdo también, si no, cualquier intento por proteger el sistema productivo nacional estaría lejos de alcanzarse. No pueden tomarse decisiones sobre una negociación que se lleva adelante este año, pero no sostener una postura pública clara sobre los acuerdos que cerró el Gobierno de Mauricio Macri.

Los ganadores de siempre – Capítulo 5168435187

La mesa directiva de Juntos por el Cambio no fue la única en manifestar preocupación por la finalización de las negociaciones en varios Tratados de Libre Comercio. El Campo y la Cámara Argentina de Comercio (CAC) también se mostraron un tanto indignados por la decisión: los ganadores de siempre, como en la historia, ilustrando con discursos vagos por qué deberían respetarse sus intereses, digo los TLC.

La mesa directiva de la CAC está compuesta por empresarios de renombre como Eduardo Eurnekián, dueño de la Corporación América, y Alfredo Coto, de la cadena de supermercados COTO. Estos dos agradables sujetos integran la lista de los argentinos más ricos, a quienes se les cobraría el impuesto a la riqueza que se está discutiendo a nivel nacional.

Para que entendamos mejor el porqué del rechazo de la CAC a la decisión de cesar las negociaciones, parece necesario señalar que en varios de los TLC a firmarse, las compañías del Mercosur y los países firmantes podrían participar en licitaciones para la construcción de carreteras, aeropuertos, puentes y líneas ferroviarias en cualquiera de los países que integren el acuerdo.

Eduardo Eurnekián – Foto: Tiempo Argentino

Adivinen… La Corporación América es el mayor operador de aeropuertos en todo el mundo, y los tratados le permitirían expandir sus fronteras. Corporación América participa en al menos tres sectores económicos: aeropuertos, agronegocios y servicios en Argentina, Uruguay, Ecuador, Brasil, Italia, Armenia y Perú. Un dato no menor es que su principal asociado es Corporación América, una compañía offshore con el mismo nombre, que se basa en Panamá y aparece en los Panamá Papers. Con razón el señor Eurnekián quiere continuar con las negociaciones.

De acuerdo con un estudio del London School of Economics[3], los otros grandes beneficiados en los Tratados de Libre Comercio son los sectores ganadero, agrícola y azucarero, mientras que productores de lácteos, maquinarias y autopartes sufrirán la peor parte.

La ganadora de siempre, la por siempre beneficiada por este sistema económico desigual es la oligarquía terrateniente, aquella que cuando no es auspiciada por el gobierno de turno sale a pedir encarecidamente que el pueblo levante un cartelito que diga “todos somos el campo”, intentando imponer que los grandes propietarios de tierras en nuestro país son esforzados trabajadores que se desloman para hacer honor al lema de la Sociedad Rural: “Cultivar el suelo, es servir a la Patria”.

Cultivar el suelo sería servir a la patria si al menos se preocuparan por la pobreza que azota al 50% de les niñes argentines, en lugar de desear que la gente no coma en su país para llenarse los bolsillos con las exportaciones. Dejar el agronegocio librado a la situación del mercado no sólo es suicida, condena a millones de niñes a morir de hambre.

Sólo la solidaridad

El 5 de noviembre de 2005, en Mar del Plata y en uno de los días más lindos de nuestra historia, tuvo lugar el entierro al Área de Libre Comercio de las Américas, un acuerdo que la pintaba muy linda para nuestra región, pero que constituía un esquema para la dominación continental por parte de los Estados Unidos y el saqueo sistemático de nuestros bienes comunes, y una determinada concepción sobre las funciones de los estados nacionales, la soberanía y el desarrollo socioeconómico -que no contemplaba las desigualdades entre los países firmantes-.

Tanto en aquel entonces como hoy, el silencio sobre la deuda externa en los TLC deja demostrado que ninguna de las negociaciones se lleva adelante en pos de enfrentar los verdaderos retos para los países del Tercer Mundo, como la inequidad social y la pobreza, que son parte de la eterna deuda que azota a América Latina, por dar un ejemplo.

Es imposible que puedan integrarse economías que viven sumidas en permanentes negociaciones de deuda y que antes de emprender acciones de integración regional, deben cumplir con un ajuste fiscal sistemático que no ajusta, sino que desajusta del todo la posibilidad de avanzar en políticas y proyectos comunes.

Otro mundo es posible sólo si se avanza en una verdadera integración latinoamericana y caribeña como la que quiso Chávez con su Petrocaribe, con su Alianza Bolivariana para las Américas y sus “misiles de solidaridad”.

Foto tomada de Página 12

Por un comercio nuestroamericano que se constituya como instrumento para alcanzar un desarrollo justo y sustentable, por un trato especial que tenga en cuenta el nivel de desarrollo de los diversos países y la dimensión de sus economías, por una cooperación y una complementariedad económica que promuevan una especialización productiva eficiente.

Es la hora de pensar en un mundo en el que la solidaridad sea el núcleo básico y no el lucro. La derrota definitiva de los Tratados de Libre Comercio como los conocemos y del proyecto imperialista de dominación, será una realidad cuando la integración de nuestros pueblos sea irreversible.


*Periodista, columnista sobre Sudamérica del programa Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390), redactora de Revista Trinchera y colaboradora de Agencia Timón

[1] https://www.academia.edu/41691482/Study_on_the_EU_Mercosur_agreement_09.01

[2] https://ciperchile.cl/2019/01/16/el-tpp-11-y-el-desarrollo-en-chile-aliados-o-adversarios/

[3] https://trade.ec.europa.eu/doclib/docs/2018/march/tradoc_156631.pdf

Carrera de impunidad

Carrera de impunidad

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Por Maia Cubric*

¿Puede el deporte legitimar personajes en la sociedad? ¿Puede ser visto como una herramienta de ascenso al poder? Carlos “Lole” Reutemann es un claro ejemplo del respaldo de la construcción política basada en el triunfo deportivo. Y a 17 años de la mayor inundación en la historia de Santa Fe, que lo tuvo como principal responsable -ya que era  Gobernador-, su impunidad se apoya en sus trofeos.


Históricamente la política y el deporte han sido presentados como asuntos separados. El legado discursivo en una sociedad que vivió grandes atrocidades, el impacto del deporte en la vida social de la Argentina o la construcción de sentido con connotaciones negativas en torno a ella llevan a preguntarse ¿Por qué ensuciar al deporte junto a la política? Preguntan reiterativa en los medios masivos de comunicación. ¿Por qué mezclar espacios que, a simple vista, no tienen nada que ver? La respuesta radica en la disputa de poder que se da en estos ámbitos. Disputa que pretende ser invisibilizada por conveniencia e intereses particulares de sectores de poder. Para ejemplifica lo oculto de la idea que describe al deporte como una isla alejada de toda realidad política, Carlos Reutemann, sirve perfectamente de ejemplo.

Trayectoria deportiva

El ex-piloto es un ícono del automovilismo nacional. Entre sus grandes logros: compitió para Brabham, para Ferrari y otras marcas de prestigio y renombre internacional. Entre sus conquistas, cabe destacar que consiguió más de doce victorias en la Fórmula 1 y llegó a estar 45 veces en el podio. Además, fue el único piloto en la historia que obtuvo los podios mundiales de Sport Prototipos de WEC, de Fórmula 1 y de Rally.

Estas insignias, con su peso y repercusión, llegaron a gran parte del pueblo, creando sobre su figura un sentido de admiración. Pero ese no es el problema, sino para lo que Carlos Reutemann las utilizó a posteriori.

Implicancia política

A sus 49 años, y en paralelo a su crecimiento como productor agropecuario, el “Lole” Reutemann inició su carrera política. No es menor destacar su punto de partida: una posición de poder basada en la acumulación de tierras y el crecimiento en la esfera empresarial ligada a “el campo”.

De igual manera cabe recordar que desde sus inicios, una constante fueron sus comparaciones constantes entre la política y el automovilismo: “Hay mucha similitud entre lo que hice, automovilismo, y la política, ¿no cierto?, porque los dos son muy competitivos y la lucha entre los sectores es muy importante”.

En 1991, fue electo gobernador por la provincia de Santa Fe, acompañando a nivel nacional al proyecto neoliberal de Carlos Menem. Acorde con este proyecto y con sus medidas económicas y anti Derechos Humanos, en 1992 Reutemann intentó destruir todos los archivos de la administración pública de la provincia, sobre la última dictadura cívico-eclesiástica-militar.

En el decreto 1596/87, sostenía que las mansardas Este y Oeste de la Casa de Gobierno provincial estaban en pésimas condiciones y que la documentación que allí se encontraba (casualmente archivos de la dictadura) estaba en “grado de destrucción parcial o total en algunos casos”. Según Reutemann esta situación estaba “causando un daño considerable a la estructura del edificio”. De tal manera que en el decreto, estableció el retiro de la documentación y se la exceptuó de las pautas de conservación en el ámbito de la Administración Pública Central. Afortunadamente los distintos organismos de Derechos Humanos de Rosario impidieron que se destruyan.

En 1995 fue elegido Senador de la Nación. En el ´97, junto al gobernador santafecino Jorge Obeid y al intendente Horacio Rosatti, participó de la inauguración de las obras de la defensa oeste de la ciudad, que tenía como objetivo impedir el desborde del Río Salado. En 1999 renuncia a su senaduría tras haber sido electo -nuevamente- como Gobernador en la provincia de Santa Fe. Cargo que ostentaría hasta el 11 de diciembre de 2003.

Inundación en Santa Fe

Entre el 29 de abril y el 3 de mayo de 2003, Santa Fe sufrió la peor inundación en su historia. La acumulación de agua durante esos días fue superior a los 1400 milímetros de agua y literalmente el Río Salado se tragó un tercio de la ciudad.

En aquellas fatídicas jornadas, oficialmente, se reconoció la muerte de 23 personas, pero les vecines y ciudadanes sostuvieron que fueron más de cien. La responsabilidad política fue, entre otros, de Carlos Reutemann, dado que fueron muchas las alertas que se realizaron advirtiendo que esa situación podía darse. Con decisión política y medidas concretas la tragedia se podría haber evitado. Sin tapujos en ese momento, el Lole declaró que: “Santa Fe está muy complicado, diríamos que al afectar zonas muy populosas el número de evacuados que va a haber en Santa Fe, en la zona del Oeste, va a ser altísimo”.

No existió un pronóstico en tiempo real de la catástrofe, pero en marzo de 2003 el Sistema de Alerta Hidrológico de la Cuenca del Plata -dependiente del Instituto Nacional del Agua-, había enviado una alerta que advertía sobre posibles situaciones de riesgo sobre la cuenca del Salado. A todo esto, las obras de la defensa oeste de la ciudad, que Reutemann había inaugurado, estaba inconclusa. Las obras a medio hacer y la Av. de Circunvalación “Mar Argentino” terminaron funcionando como barreras, concentrando el agua en la zona urbana. De haberse terminado el Tramo 2 (proyecto del 2001 del gobernador Reutemann) la historia sería distinta. De igual manera, analistas sostienen que la ampliación del puente de Rosario, también hubiese disminuido el caudal de los desbordes y la inundación.

Por otro lado, la falta de medidas no estructurales también fue otra ausencia importante dado que no existía un sistema de alerta hidrológico, ni una regulación de áreas inundables, ni un plan de acción preventivo. Cabe mencionar que la historia de Santa Fe respecto a las lluvias y los desbordes ya era de conocimiento público, del mismo modo que el peligro que ello podría implicar para la ciudad. A diferencia de las declaraciones liberales que le echan siempre la culpa a las catástrofes naturales, hay una cuota de intervención humana que es innegable.

En 2004, luego de dejar la gobernación santafesina, Reutemann fue denunciado penalmente por su accionar en el gobierno al momento de las inundaciones. La acusación mencionaba delitos de homicidio por medio catastrófico y desvío de fondos públicos.

Pero el automovilista no se declaró culpable, tampoco inocente. Directamente no hizo alusión al hecho y sigue paseándose por los medios reviviendo sus anécdotas tras el volante. Hace analogías constantes de la política y el Ferrari, y sigue usando el prestigio de su carrera deportiva como el piso de su impunidad.

Posicionamiento concreto

En 2003, el Carlos Reutemann, fue electo nuevamente como senador de la Nación. En 2008 fue parte de quienes votaron en contra de las retenciones impositivas impuestas a las exportaciones de soja, trigo y maíz, siendo fiel a sus intereses como empresario rural. En ese momento declaró en una entrevista que “hay un mensaje desde el gobierno para poner en contra al campo”. Nunca mencionó, más bien ocultó a sabiendas, que ese pequeño sector de la sociedad es el que acapara más propiedades y que constantemente juega con la economía y la calidad de vida del resto del pueblo.

En 2009 fue reelecto senador de la Nación. En 2015 comenzó a caminar junto a Mauricio Macri  y declaró: “me sumo a un proyecto de alguien que tiene ganas“. En la actualidad, y hasta 2021, representa a Juntos Por el Cambio en una banca en el Congreso de la Nación.

El deporte como medio

Lejos de condenar las diferentes disciplinas o su poder de llegada; lejos de pretender separar al deporte del mundo capitalista y mercantil en torno del cual gira; el ejemplo de Carlos Reutemann es uno de los tantos que da cuenta del uso del deporte más allá de sus prácticas. Una figura que interpela nuestros sentidos de pertenencia, nuestra pasión: un arma de doble filo. Un mecanismo que como se ve, también se utiliza para escalar en lugares de poder. No hay que olvidar a Macri y su pasado en Boca, al igual que sucede con varios de los candidatos de la derecha en la región, los cuales tuvieron como inicio de sus carreras un club de fútbol, como Jair Bolsonaro o Sebastián Piñera.

Como contracara están les que creen que el deporte tiene que ser inclusivo, que tiene que ser una herramienta de contención, de trabajo colectivo y no un espacio en el cual refugien sus impunidades los grandes empresarios y quienes buscan sólo hacer negocios.

La pasión, no debería distorsionar la verdad: Reutemann es uno de los responsables políticos de las inundaciones de Santa Fe y tiene que ser juzgado por ello. Porque hasta que no suceda el pueblo santafesino seguirá en la calle pidiendo justicia por las víctimas de la desidia y el negocio neoliberal.

El deporte no se mancha.


* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura - FM 90.5), columnista del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur – FM 91.7), colaboradora de Revista Trinchera y de Agencia Timón.
Salta: El voraz saqueo a las comunidades Wichis

Salta: El voraz saqueo a las comunidades Wichis

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Agustina Flores*

Las prácticas ilegales por parte de grandes empresas, grupos de poder y gobiernos de turno en las grandes vegetaciones de nuestro país tienen precedentes desde el primer momento del consumismo. Un saqueo voraz, que nunca parece satisfecho, acecha los profundos bosques de la comunidad Wichí en Salta y todo el Noroeste argentino, y aprovecha toda oportunidad de pasividad social para atacar. Esta es la implicación de este contexto de pandemia y aislamiento obligatorio.

Al cumplirse un mes de cuarentena y en el marco de una emergencia social y sanitaria en la región, la organización ambientalista Greenpeace denunció que entre el 15 y el 31 de marzo pasado se desmontaron 2.172 hectáreas en cuatro provincias del noroeste, entre las que se encuentra Salta. No está de más mencionar que 130 hectáreas fueron adjudicadas a una finca del presidente de la Sociedad Rural Salteña, Ignacio García del Río, siendo esta una institución de alto nivel jerárquico en la Provincia. El gobierno se dio por desentendido de la situación al no hacerse cargo y derivó el problema a otros organismos. El ministro de Producción y Desarrollo Sustentable de la Provincia, Martín de los Ríos, respondió a las denuncias alegando que “si el proceso (los desmontes) ocurrió durante el aislamiento obligatorio, ya es competencia de organismos judiciales nacionales porque hablamos de una violación de un decreto promovido por el Gobierno nacional, y eso excede nuestro poder de policía”.

De esta manera, el panorama que se desata a raíz de estas prácticas capitalistas, pareciera formar parte un entramado con diferentes actores que cuentan con el poder suficiente para autoabastecerse con beneficios a base de mentiras y chanchurrias. La población en la ciudad se queda bajo techo y la ambición empresarial se lo quita todo a las comunidades nativas de los bosques.

Las expropiaciones de estas tierras mediante sus mecanismos con lógicas de consumo llevan décadas de práctica. El Estado siempre las utilizo a su favor, quitándoles todo sin pudor. Un ejemplo que vale la pena mencionar sucedió en la Argentina oligarca y colonialista de 1930, que se expandía hacia la región del noroeste arrasando con los Pueblos Originarios. El Estado resolvió fundar una ciudad en un lugar estratégico del actual Chaco, Ciudad de Castelli, tierra ocupada hasta ese entonces por diferentes comunidades nativas. Allí se produjo un “acuerdo”, cuyo consenso se desconoce, que consistía en que los caciques que lo firmaron guiasen a las comunidades a abandonar el lugar. A cambio, el Estado Nacional les cedió un extenso territorio de 10.000 hectáreas en el Impenetrable chaqueño.

Nunca se tuvo en cuenta la voracidad del sistema capitalista y, tarde o temprano, los emprendimientos económicos o extractivistas llegaron para llevarse todo. Las mentes ambiciosas ven a las comunidades autóctonas como personas externas a ellos, que no forman parte de la sociedad: no son civilizadas y no entenderían el golpe que les dan, como planteaba Domingo F. Sarmiento en su “Civilización y Barbarie”, dos siglos atrás. Las comunidades de Pueblos Originarios del Noroeste Argentino siempre fueron marginadas, se les quitó todo tipo de derecho por un par de monedas. Por más que hayan pasado casi 100 años de lo sucedido en el Impenetrable de Chaco, la situación tiende siempre al mismo fin saqueador.

Volviendo a la actualidad, hoy existe la Ley de Bosques, la cual anhela la preservación de los mismos y fue sancionada en 2007 y reglamentada recién en 2009 tras el reclamo de más de 70 organizaciones sociales. Establece que cada provincia  debe realizar un ordenamiento territorial de los bosques nativos (OTBN) a través de un proceso participativo, que categoriza los usos posibles para las tierras boscosas: desde la conservación hasta la posibilidad de transformación para la agricultura, pasando por el uso sustentable del bosque. Sin embargo, tales ordenamientos no suceden o no se realizan de forma adecuada, dado que apenas se le asignó a la conservación de los bosques nativos el 8,5% de lo estipulado por ley. La historia se repite una y otra vez.

¿Qué pasa con las comunidades cuyos bosques son saqueados y cuyas vidas son ignoradas? No les queda más opción que luchar hasta el último suspiro. La comunidad Wichí es la de mayor presencia en territorio salteño, y también uno de los sectores más empobrecidos y desprotegidos. Se los condena a la marginalidad: no cuentan con agua corriente, salud pública y ni siquiera un DNI, y aún así destruyen sus hogares, sus farmacias y sus almacenes naturales, siendo sentenciados a muerte.

El pasado 28 de enero se decretó la emergencia sociosanitaria en Salta a causa del registro de ocho niños fallecidos, seis de ellos de la comunidad Wichí, por desnutrición y deshidratación. Los datos demuestran por qué la provincia se encuentra debajo del promedio nacional en el índice de desarrollo humano (índice promedio de tres datos: la esperanza de vida al nacer, los años de educación promedio y el PBI per cápita), además de las necesidades básicas insatisfechas que se traducen en hacinamiento, ausencia de cloacas, entre otras. Esa es la pandemia que más fuertes les pega, la de la falta de derechos y recursos.

En cuarentena, la situación se agrava aún más en todos los aspectos. La emergencia social que se vive a nivel mundial ocupó la agenda de los gobiernos, dejando sin lugar a problemáticas igual de urgentes y preocupantes como lo son las condiciones que llevan a la muerte de dichas comunidades ancestrales.

Mujeres Wichís que se encontraban en el hospital junto a sus hijos en grave estado de salud, fueron desplazadas para utilizar la sala para tratamiento por coronavirus. Desde el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) se sostuvo que la situación de emergencia sanitaria vinculada a la epidemia no puede bajo ningún punto desatender la problemática de desnutrición e histórica vulneración de derechos y acceso a la salud de los pueblos originarios.

Los continuos desmontes no concentran ninguna resistencia por parte del pueblo al estar estos obligados a permanecer aislados. Sin monte no hay vida, no hay trabajo, no hay alimentos. El genocidio no tiene freno, e incluso se aceleró en estos días con total impunidad.

La información sobre concientización y métodos para protegernos del COVID-19 no llega a sus manos, o por lo menos no en su idioma. Existe un vacío con respecto a la accesibilidad de la información y las estrategias de participación indígena en la sociedad y viceversa son nulas o mal implementadas. Los bonos brindados por el Gobierno nacional no llegan a sus manos por no contar con un DNI o acceso a internet. Las comunidades quedan, una vez más, marginadas al sistema.

Un virus constante de hambre y sed, los persigue desde hace años. No discrimina la edad, mata a sus niños y a sus mayores por igual. ¿La cura? El derecho a la Tierra que les pertenece, con la que sobreviven y crecen, a la que protegen y florecen. De igual forma, el acceso a una salud y educación dignas, que por seres humanos les debe ser inherente. Pero siempre, permitiéndoles vivir junto a sus bosques.

La traducción de Wichí es: “los que viven la vida plena”. Es una deuda de la democracia dar lugar a que hagan honor a su nombre, reivindicando tanta lucha y resistencia ancestral. En cambio, se los condena a morir aislados, no por el coronavirus, sino por un sistema que los margina y los calla.


* Estudiante de Licenciatura en Comunicación Social con orientación en periodismo en UNLP, redactor en Revista Trinchera
Cárceles y Covid-19: Una herencia de la demagogia punitiva

Cárceles y Covid-19: Una herencia de la demagogia punitiva

TIEMPO DE LECTURA: 7 min.

Por Juan Martín Palermo*

El reclamo por mejores condiciones y una mayor protección que realizaron las personas privadas de su libertad en el penal de Devoto ante el avance del Covid-19, dejó al descubierto las condiciones en las que se encuentran las cárceles y el riesgo que podría generar algún posible contagio: el hacinamiento expandiría velozmente el virus. La política de seguridad del gobierno anterior, que se basaba en perseguir y hacer ingresar a los penales una gran cantidad de personas, abusando de prisiones preventivas y juicios abreviados que no favorecían a los sectores más vulnerables, hoy es un problema que difícilmente tenga solución en el corto plazo. A su vez, en las cárceles no se respetan las medidas preventivas dispuestas por el Ministerio de Salud de la Nación y ello aumenta el riesgo de manera exponencial. Ante el caos que se desata, el Servicio Penitenciario y la Policía reprimen dejando un saldo de varios heridos y una persona muerta en Florencio Varela.

La situación en las cárceles es extremadamente difícil y requiere soluciones urgentes. Ya desde antes de la pandemia, las penitenciarías -principalmente las de Provincia de Buenos Aires- están sobrepobladas. Esto significa que no hay camas suficientes para todos, la alimentación es escasa y falta personal médico. Esto se agrava con la llegada del virus, por las complicaciones que se presentan para cumplir con las instrucciones de prevención y evitar el contagio.

A continuación, se puede ver cómo creció la población en las Unidades Penitenciarias en el período 2005-2019.

Fuente: CELS en base a datos del Ministerio de Justicia y el de Seguridad de la provincia de Buenos  Aires sobre personas detenidas en cárceles, alcaidías departamentales, comisarías y con monitoreo electrónico. 

Cuando comenzó el brote del Covid-19, se empezó a pensar cómo se iba a solucionar el problema de las cárceles, pues son de público conocimiento las condiciones de hacinamiento en las que se encuentran. El pasado 9 de abril la Corte Interamericana de Derechos Humanos ya advertía sobre esto y declaraba que “dado el alto impacto que el Covid-19 puede tener respecto a las personas privadas de libertad, y en atención a la posición de garante del Estado, se torna necesario reducir los niveles de sobrepoblación, hacinamiento y disponer en forma racional y ordenada medidas alternativas a la privación de la libertad».

A su vez, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) planteó unos días antes que “el Servicio Penitenciario Federal está ocupado en más del 110%. En el Servicio Penitenciario Bonaerense, la ocupación es del doble de su capacidad. A eso debe sumarse el desborde en las comisarías de Buenos Aires, donde más de 4.000 personas están detenidas por tiempos prolongados en condiciones de hacinamiento extremo. Los expertos en salud penitenciaria dicen que los lugares con más del 75% de ocupación ya son muy difíciles de controlar ante epidemias”. A modo de solución, el organismo aportó que “se deben tomar acciones con tres objetivos: disminuir la sobrepoblación y proteger a les detenides, prevenir el contagio y evitar el ingreso de personas enfermas o pertenecientes a grupos de riesgo”.

El foco del problema de la sobrepoblación carcelaria se encuentra en el gran porcentaje de personas procesadas que están privadas de su libertad sin estar condenadas. Esta ola de prisiones preventivas es consecuencia de políticas de persecución penal basadas en el “manodurismo” propio de la demagogia punitiva, llevada a cabo por el gobierno de María Eugenia Vidal.

Para intentar aliviar esta situación, en el corriente mes, el Tribunal de Casación de la Provincia de Buenos Aires resolvió un Habeas Corpus que sienta un precedente sobre cómo deberían actuar los tribunales inferiores sobre la situación actual de las personas privadas de la libertad y el riesgo de contagio. Dicho tribunal resolvió que durante el período de vigencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Poder Ejecutivo Nacional, se debe ordenar el arresto domiciliario de las personas detenidas por la comisión de delitos leves y que se encuentren en situación de riesgo por edad o por patologías preexistentes, sean mujeres embarazadas o madres con hijos menores alojados en las Unidades Penitenciarias.

Por otra parte, también resolvió que “los Jueces de Ejecución que tengan a disposición condenados sin sentencia firme, en los casos en que los procesados y condenados se encuentren en un plazo de seis meses anterior a alcanzar el extremo objetivo temporal previsto para obtener la libertad asistida o condicional, y que a su vez cumplan las demás exigencias impuestas, evalúen la necesidad de disponer, de manera extraordinaria y por única vez, la detención domiciliaria, hasta alcanzar el término para la obtención de mejores derechos”.

Foto: El Día Online

Lo que se espera es que los demás tribunales de la Provincia acompañen la resolución mencionada para que las personas en situación de riesgo abandonen las Unidades Penitenciarias y cumplan con prisión domiciliaria. De esta manera, se resolvería una porción del problema y el riesgo sería menor. También a nivel nacional existen precedentes similares al del Tribunal de Casación de la Provincia de Buenos Aires.

El viernes por la tarde, en el penal de Devoto, cuando estalló el reclamo de los detenidos hubo represión dentro y fuera del penal. En el interior de la cárcel, el Servicio Penitenciario, que debía “mantener el control” repartió golpes, amenazas y heridas graves; y fuera, la Policía de la Ciudad hizo lo propio con les familiares de les preses que se agolparon en la puerta procupades por la salud de les internes. Con la presencia del Secretario de Justicia de la Nación, Juan Martín Mena, se llegó a un acuerdo para establecer una mesa de diálogo y atender los reclamos. Se conformaron grupos interdisciplinarios para analizar los legajos de las personas que están privadas de su libertad en Devoto. Los grupos deberán analizar los siguientes casos: poblaciones de riesgo (mayores de 60 y personas con enfermedades preexistentes), personas a término de libertad, personas que ya tenían otorgadas salidas transitorias, personas con condenas menores a tres años o que hayan superado los dos años de prisión preventiva,mujeres embarazadas o con hijos, extranjeros con trámite de expulsión y condenados bajo el régimen penal de menores.

Estos casos que tienen que ser analizados, no se encuentran todos en la cárcel de Devoto. Este fue un mensaje para el resto de las unidades: entre las autoridades está presente el temor de que estos hechos se repliquen en diferentes penitenciarías del país y una evaluación inmediata, que atienda los reclamos de las personas privadas de su libertad -sujetes de derecho ante todo-, podría resolver algunas cuestiones.

Un caso que despertó el reclamo de los internos en varias penitenciarías fue el ocurrido el pasado 22 de abril, en el que Federico Rey, un joven de 30 años que se encontraba detenido desde 2017, condenado por robo armado doble agravado, fue asesinado con balas de plomo por el servicio penitenciario bonaerense en la Unidad Penitenciaria N° 23 de Florencio Varela. Según la Comisión Provincial por la Memoria, que decidió representar legalmente a la familia de Rey, las autoridades penitenciarias quisieron garantizar la impunidad construyendo y difundiendo la versión de la “riña entre presos” responsabilizando a otros detenidos por el hecho. Los resultados de la autopsia coincidieron con la versión de los presos que afirmaban que no había existido tal pelea y que el Servicio Penitenciario fue el responsable.

Fuente: El cohete a la luna

En otra Unidad Penitenciaria de Florencio Varela, la N° 31, los presos optaron por reclamar por sus derechos mediante una huelga de hambre, a la que se sumaron internos de Los Hornos, Ituzaingó, San Martín, entre otros. Posaron con una bandera en la que escriben “preferimos morir de hambre haciéndole pie a nuestros derechos”. Según publicó El Cohete a la Luna, el jueves fue removida toda la cúpula del complejo penitenciario de Florencio Varela y de la Unidad 23, donde se secuestraron armas que serán sometidas a peritajes para un posterior análisis penal.

Se tienen que implementar medidas de manera urgente para bajar el hacinamiento,provocado por la sobrepoblación que azota a las cárceles. Otorgarle prisión domiciliaria a los grupos de riesgo que están en contexto de encierro y revisar las prisiones preventivas para que no haya tantas personas privadas de libertad sin una pena firme, es una obligación. Esto requiere el trabajo en conjunto de todos los aparatos del Estado: El Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, la Procuración General y el Poder Judicial, que tienen que dejar de mirar para otro lado cuando se vulnera derechos humanos básicos y que además pagan los sectores con menos ingresos de la sociedad. Es necesario actuar de manera conjunta y rápida, para lograr soluciones urgentes en este contexto de pandemia, en pos de cuidar la salud de todas las personas que se encuentran privadas de su libertad.


* Estudiante de Licenciatura en Comunicación Social con orientación en periodismo en UNLP, redactor en Revista Trinchera
Humanidad Jaqueada

Humanidad Jaqueada

TIEMPO DE LECTURA: 8 min.

Por Nicolás Sampedro*

Hace algunas semanas el filósofo y teólogo argentino, naturalizado mexicano, Enrique Dussel, compartió algunas reflexiones acerca de la pandemia del COVID-19 que está viviendo la humanidad y los desafíos que enfrenta.

Dussel reflexionó sobre algunos conceptos fundamentales para pensar el presente y el futuro de la especie humana y del resto de los seres vivos que habitan este planeta, si es que se pretende continuar viviendo y no seguir avanzando derechito al precipicio.

Si bien existen muchas corrientes de pensamiento e intelectuales que han materializado diversas reflexiones al respecto, una fundamental para el filósofo y teólogo será la reflexión sobre la ética. Ética entendida como la reafirmación de la vida, como el espacio liberado, donde el instinto no llega. Ésta será entonces lo que diferencie a la especie humana del resto de las especies vivientes.

Ese espacio que llena la Ética será la libertad de acción de seres racionales que pueden realizar actos que reafirmen la vida o que -por el contrario- la agredan. Diferente posibilidad tienen el resto de las especies, que no actúan racionalmente sino que lo hacen por instinto, adaptándose a las leyes de la naturaleza, de la madre tierra o la Pachamama como la llaman los pueblos originarios.

La modernidad o era moderna, que comienza con la invasión europea al continente americano (o Abya Yala como le decían comunidades originarias a este continente), es un momento histórico en el que se reafirma y exacerba una visión antropocéntrica, considerando a la naturaleza como un objeto explotable y controlable. Al respecto Dussel afirma que esta forma de comprenderse -amo y señor del planeta- ha llevado a los seres humanos a no medir las consecuencias de sus actos. La acumulación de actos que dañan a la naturaleza es la que está complicando la vida, no sólo de la humanidad sino del resto de las especies vivientes.

El calentamiento global producto de la emisión desmedida de gases de efecto invernadero, la gran cantidad de residuos plásticos arrojados al mar que perjudica a diversas especies marinas, los incendios repetidos en distintas partes del planeta, son todas consecuencias de la acumulación de actos erráticos que priorizan las ganancias por sobre la naturaleza y quienes habitan esta casa común.

El punto es que los seres humanos no son dueños de la naturaleza, sino parte de. Este cambio de enfoque necesariamente debería llevar a repensar las prácticas, las lógicas de producción y de consumo hoy vigentes, o la forma en que nos relacionamos con otros seres vivientes.

Simplificando la profunda reflexión vertida por Dussel, es imperioso el debate acerca de una Ética, no del mercado y las ganancias, sino de reafirmación la vida(tanto la del ser humano como la de los demás seres vivos y la naturaleza en su conjunto). Si el ser humano no es “dueño” de la naturaleza sino parte de ella, matarla, a la corta o a la larga, es suicidarse.

Esta Ética de reafirmación de la vida, debe pensarse como reafirmación de la comunidad. Les seres humanes son seres sociales, por consiguiente que sobreviva uno por encima de la comunidad, también sería suicidarse. ¿Acaso Rockefeller, Bill Gates, Trump o Soros saben cómo producir alimento con sus propias manos? ¿Saben cómo hacer un fuego por sus propios medios o dependen de quienes sí saben hacerlo? Está claro que si no es en comunidad, no se salvará nadie.

El capitalismo, la globalización, el individualismo, los ecocidios, los genocidios, son partes de una misma forma de organización planetaria de la que se desprenden otros muchos factores que hacen a las formas de vida que hoy por hoy lleva gran parte de la humanidad. Cada una de ellas es producto de lo que se conoce como Modernidad. Un sistema mundo que se propagó durante siglos y que el COVID-19 está poniendo en jaque.

La pandemia, sin dudas es un llamado de atención que la naturaleza está dando a la humanidad, única especie capaz de dañar y/o matar el entorno en el que vive. Dussel señala que este es un momento de transición entre esa “modernidad” que muere y lo nuevo, que necesariamente deberá reordenar las prioridades, si es que se pretende seguir existiendo.

Quizás un buen ejercicio para aprender y aprehender esta nueva Ética sea analizar las actitudes no solo del gobierno argentino, sino de los gobierno del mundo, de lo que opinan las referencias partidarias del diverso abanico que compone la vida política de cada nación. Posiblemente se observará casi de inmediato quién prioriza la vida y quién la “acumulación de riquezas”.

Obsérvese el caso norteamericano: un Donald Trump que primero desestimó el virus y lo ninguneó, que después renegó de los gobernadores que tomaron medidas de cuarentena porque “eso frenaba la economía”, que en sus declaraciones reafirmó una y otra vez su desinterés por las miles de vidas que se están perdiendo ante este nuevo virus, que no distingue entre clases (aunque obviamente perjudica en mayor magnitud a les más desprotegides del sistema).

Un Trump que hasta hace solo un mes estaba enfrascado en una guerra comercial con China y se vio forzado a comprarle suministros médicos porque su sistema sanitario no da abasto, y que ahora pretende desfinanciar a la Organización Mundial de la Salud (organismo que depende de la ONU) argumentando que benefició al país asiático y que manejó mal la situación de la pandemia.

Hay que tener presente que -haciendo una simplificación- el neoliberalismo es una corriente de pensamiento que prioriza la economía y la “libre competencia”, que considera al mercado como la institución suprema y que entiende que el Estado -la otra institución que puede intervenir- debe tener una función secundaria, debe ser y debe intervenir lo mínimo posible, para no modificar las lógicas y reglas del mercado.

Ésta lógica es por demás perversa: prioriza la ganancia económica -en el menor tiempo posible- por sobre la vida, no solo humana sino de la naturaleza, que es el ambiente donde vive junto a otras especies; por consiguiente es un sistema que atenta contra las condiciones de reproducción de la vida.

Siguiendo esta lógica que profesa que el Estado debe ser mínimo, no habría posibilidad de que éste intervenga ni siquiera en la salud, que también sería vista como un negocio. ¿Acaso el COVID-19 no pone de manifiesto que así es como se comprende a la salud en gran parte del mundo? ¿No queda evidenciado que sólo el Estado, a través de la salud pública, puede garantizar el acceso a un servicio sanitario para quien lo necesite sin importar clase social, color de piel, identidad de género o lugar de procedencia?

Como contracara de EEUU se puede observar la actitud que han adoptado otros gobiernos como el chino, el ruso, incluso los de Cuba y Venezuela, que pese a estar bloqueados por la administración Trump (y de sus aliados) no dejan de tenderle su mano solidaria a otros pueblos. Cabe señalar que los gobiernos de estos países proponen un Estado fuerte, con mucha participación e intervención para garantizar los derechos básicos de sus pueblos: educación, salud, seguridad, alimentos y vivienda digna, entre otras.

En el caso argentino el gobierno de les Fernández se encontró con un Estado en franco deterioro, endeudado hasta la médula y con pocas alternativas materiales para enfrentar una situación, que ya era compleja antes de la aparición del COVID-19, producto de las políticas de Macri y “el mejor equipo de los últimos 50 años”. Sin embargo lo que no le faltó al gobierno que encabeza Alberto Fernández fue decisión política para poner sobre la mesa que lo que verdaderamente importa es cuidar la vida del pueblo. La economía más temprano que tarde se arreglará, pero para una vida que se pierde no hay marcha atrás.

Es importante resaltar que bajo la órbita de la modernidad, “la normalidad” está dada por el aumento de la tasa de ganancia, yes precisamente por ello, que es el mercado quien debe “regular” el sistema. Desde esta perspectiva, la intromisión del Estado sería un estorbo.¿Cuánto economista, empresario, lobista, periodista u opinólogo liberal (aunque a veces intenten ocultarlo) se ha visto pululando por los medios de comunicación o las redes sociales con discursos que intentan presionar al gobierno argentino para que “vuelva a encender la economía”?

En un pasaje de esta entrevista Dussel exclama: “¡No se venden autos! Pero qué bueno, por fin vamos a tener menos autos. Lo que hay que hacer es cambiar el sistema de transporte para tener menos autos”. Según este intelectual, el mundo se escandaliza porque se venden menos autos pero “la vida nos dice: tengan menos autos porque el esmog de las ciudades destruye la posibilidad de la vida futura. Tener menos autos tendría que ser el propósito de una racionalidad vital, que es la misma que la que lucha contra el virus”. En este sentido, sostiene que “el virus jaquea, pone en cuestión la normalidad de la modernidad, que es irracional”.

¿La humanidad pretende volver a la “normalidad” que impuso durante décadas la modernidad o esta catástrofe que está viviendo será el puntapié para generar cambios, reordenar las prioridades, repensar los vínculos sociales y la imperiosa necesidad de ser más solidaries y tener más empatía por lo que le pasa al de al lado? Alberto Fernández ha señalado en reiteradas oportunidades que precisamente la pandemia abre la posibilidad de barajar y dar de nuevo, pero de manera más justa y equitativa.

En línea con esta última pregunta, Dussel aporta algunas ideas insistiendo en que no necesitamos ni un Estado totalitario,ni una democracia liberal, sino un Estado democrático, popular y obediencial a las necesidades del pueblo y, fundamentalmente,que piense primero en les pobres.

La pandemia del COVID-19 puso en jaque a la humanidad. El sistema, la modernidad, ese 1% que tiene más dinero que el 99% restante,y que mediante sus usinas de producción y reproducción, reacciona para intentar que nada cambie; o que cambien algunas cosas,pero mínimas.Por consiguiente el debate propuesto estará a cargo de los pueblos, de esa mayoría abrumadora de personas que todos los días sale a trabajar, que está cansada de tanta injusticia y que pretende vivir dignamente, en armonía y con felicidad. Bienvenido sea el debate.


* Periodista, conductor de Marcha de Gigantes (Radio UNLP - AM 1390), productor de Columna Vertebral (Radio Estación Sur - FM 91.7), columnista La Marea (Radio Futura – FM 90.5) y Mirada Crítica (Realpolitik), responsable de la sección Sindical de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
Programa 09 de abril
Programa 16 de abril
La Piratería Inhumana y criminal del ¡sálvese el que pueda¡

La Piratería Inhumana y criminal del ¡sálvese el que pueda¡

TIEMPO DE LECTURA: 10 min.

Por Pablo Jofré Leal*

La pandemia del Covid-19 ha sacado a relucir, no sólo la nobleza y abnegación de aquellos que luchan contra esta enfermedad, que sacude los cimientos de nuestra civilización; sino también la conducta miserable de algunos gobiernos, que inmutables violan los derechos de millones de seres humanos.

Estos días, los medios de información, han detallado las acciones del gobierno estadounidense, principalmente, en materia de expoliar materiales sanitarios y equipamiento médico destinados a proveer de estos elementos a países como Alemania, Francia, Canadá entre otros. También se ha dado muestra abundante, de la decisión de Washington de seguir con la política de sanciones, embargos, bloqueo e incluso frenar el posible apoyo financiero del Fondo Monetario internacional (FMI) a países como Venezuela, Cuba, Siria y la República Islámica de Irán, con el objetivo de desestabilizar sus gobiernos y continuar con el objetivo estratégico de apoderarse de sus recursos y materias primas, tratando de reimponer una hegemonía, que ha perdido terreno en la última década. Y, finalmente cortar el apoyo financiero a la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Una conducta de piratería versión siglo XXI, que signa el tipo de pensamiento que anima a administraciones como la de Donald Trump, que no duda en pasar por encima del respeto al derecho internacional, incluso si sus víctimas son socios y aliados. El gobierno alemán, a través de su canciller Ángela Merkel, por ejemplo, reaccionó indignado frente a la incautación de 200 mil mascarillas del tipo FFP2 compradas y pagadas a un proveedor estadounidense (pero fabricadas en China) incautadas en el aeropuerto de Bangkok, la capital de Tailandia. El Senador por Berlín Andreas Geisel no fue tan diplomático y acusó a Estados Unidos de cometer un claro acto de piratería “nuestro gobierno debería exigir que Estados Unidos respete las reglas internacionales, incluso en tiempos de crisis global, no debería haber métodos del “salvaje oeste”

Francia, por su parte, otro aliado político, militar y económico de Estados Unidos, declaró, a través del Gobernador de la región de Provenza, Renaud Muselier que Washington, haciendo gala de su potencia económica y falta de escrúpulos, compró a un precio cuatro veces superior una carga de millones de mascarillas clínicas (en la pista del aeropuerto chino), que ya habían sido pagadas por el gobierno galo y que estaban a punto de despegar rumbo a la nación gala. París, para no ser menos en estos combates llevado a cabo por corsarios modernos, se apropió, un día después del hecho denunciado contra Estados Unidos, de un cargamento de 4 millones de mascarillas compradas por la empresa sueca Mölnlycke a China y que llegaron al puerto francés de Marsella, para ser destinadas a España e Italia. Posteriormente, las autoridades galas sólo permitieron la salida de la mitad de la carga, el 50% restante fue parte del botín de guerra.

La escalada de piratería no se quedó sólo en ganar el quien vive y expropiar cargas o pagar más por ellas en la losa misma de los aeropuertos. Washington a través de la llamada Ley de Defensa de la Producción, el día 3 de abril, definió con la multinacional 3M, que debía dejar de exportar mascarillas y otros equipamientos (incluyendo ventiladores mecánicos) tanto a Canadá como Latinoamérica. El primer ministro canadiense Justin Trudeau respondió duramente señalando que Canadá podría impedir que miles de profesionales sanitarios canadienses, que cada día cruzan la frontera para trabajar en hospitales estadounidenses en ciudades como Detroit, viajen a cumplir sus funciones si se interrumpe el comercio de productos como las mascarillas N95”

Las acciones del gobierno de Trump, respecto a esta papel de piratería y política de sanciones contra algunos países, ha recibido severas críticas desde congresistas demócratas de su país, gobiernos aliados de la Unión Europea, organizaciones defensoras de derechos humanos, líderes cristianos y que se han intensificado frente a la denuncia del Diario Al Quds Al Arabi con circulación en Gran Bretaña, que en medio de la grave situación pandémica en Estados Unidos y la  severa escasez de equipos médicos vitales, Washington, en lugar de fortalecer su sistema sanitario, ha robado mascarillas a sus socios europeos para remitirlas a Israel. Un millón de mascarillas quirúrgicas ha sido enviada al Ejército Ocupante Sionista, para enfrentar el brote del nuevo coronavirus, denominado como COVID-19.“Mientras nuestro personal médico debería usar mascarillas usadas y hechas a mano, Trump regala un millón de mascarillas al ejército de Israel, para que pueda seguir con sus actos de ocupación”, denunció el viernes Ariel Gold, directora de la oenegé CODEPINK.

Prueba de lo sostenido “En las últimas semanas, hemos comprado y entregado a Israel decenas de miles de hisopos, máscaras, trajes protectores para el personal médico y más (…) Un millón de mascarillas, adquiridas en China, fueron trasladadas rápidamente (…) para que el ejército israelí las use en los próximos días”, confesó Limor Kolishevsky, jefe de la División de Compras y Logística de Nueva York. Un Israel afectado con 11 mil contagiados y 120 muertos y mientras continua, criminalmente, la ocupación y colonización de Palestina, afectando a su pueblo que está, no sólo bajo el peligro del virus Covid-19 sino también uno más más peligroso como es el Sion-48. Piratas y criminales se unen para seguir asesinando al pueblo palestino, como también al pueblo yemení, iraquí, afgano, sirio, en estas guerras que no se detienen a pesar de la pandemia. Y, no lo harán pues el negocio de las armas es multimillonario.

Para medios de información internacionales “las empresas productoras chinas están dando prioridad a los compradores estadounidenses, que pagan más y al momento. Esto, sobre todo, porque Washington ha levantado restricciones, les ha dicho a las empresas que tengan o no tengan certificados que envíen sus productos. Por eso se producen la inmovilización de la salida de productos desde el aeropuerto de Beijing. Se está dando prioridad, sostiene productores de la ciudad de Guangzhou, a los compradores estadounidenses por una razón muy profana y pragmática: pagana al contado y tres a cuatro veces más que otros compradores de productos tales como mascarillas, termómetros infrarrojos y test de detección del covid-19”

Para la República Islámica de Irán, uno de los países sometidos a una de las más crueles y criminales políticas de sanciones por parte de Estados Unidos – desde el momento mismo del triunfo de la revolución el año 1979 e intensificadas en los últimos 15 años – las acciones de Washington no son algo nuevo, es parte de su historial delictivo, de la forma de conducirse en sus relaciones internacionales. Irán asegura que las medidas de algunos países occidentales, en concreto Estados Unidos, ante el coronavirus es una muestra más de su carácter. “El brote del coronavirus mostró nuevamente a todo el mundo la cara antihumana y racista de los Gobiernos occidentales, especialmente Estados Unidos, y expuso que, ante los beneficios de sus capitalistas, incluso la vida de sus propios ciudadanos no vale nada” atendiendo con ello las constantes alusiones de Trump respecto a que es necesario no seguir dañando la economía, cuando ese país tiene ya 600 mil contagiados y ha sobrepasado a Italia en cantidad de muertos por la pandemia, 21 mil en el último recuento entregado por la Universidad Johns Hopkins. 

El mal ejemplo estadounidense ha influido en países como Turquía, país que a inicios del mes de abril, bloqueó la salida de medio millar de ventiladores mecánicos comprados por comunidades autonómicas españolas, para el cuidado de los enfermos por el Covid – 19 que en el país peninsular ha significado la muerte de 18 mil personas. A fines del mes de marzo se denunció que el gobierno checo había requisado 700 mil mascarillas quirúrgicas y un par de centenares de respiradores artificiales, parte de cuyo stock de productos habían sido una donación del gobierno chino a Italia que en ese momento presentaba el mayor número de contagios y muertes por la pandemia. Igualmente a fines de ese mes el gobierno alemán denunció que en el aeropuerto de Nairobi, Kenia, habían desaparecido 6 millones de mascarillas que iban con destino al país europeo. Las flotas piratas inundaban el mundo, quien más o quien menso con sus billeteras rebosantes ofrecían llevarse la carga del vecino.

Estos ejemplos se multiplican y muestran la verdadera falta de solidaridad y colaboración en la lucha contra la pandemia, usando más bien la política de las chequeras, que la coordinación y apoyos que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) pueden llevar a cabo. Situación que se complica por las críticas que la administración Trump ha hecho contra la OMS y su director general, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, acusándola de favorecer a China en desmedro de la nación norteamericana. Nuevamente con argumentos basados en el dinero sostuvo “por alguna razón, la OMS está financiada en gran parte por Estados Unidos, pero es muy “Chinacéntrica” lo que generó que el mandatario estadounidense haya decidido, con críticas venidas desde todas partes del mundo, cortar el apoyo financiero de 850 millones de dólares con los cuales concurre a este organismo, como contribución dentro del bloque de países de la ONU y la llamada contribución voluntaria.

China ha criticado abiertamente a Estados Unidos. No sólo por la piratería desplegada sino también porque “en medio de la pandemia, algunos políticos estadounidenses se comportan en forma inmoral e inhumana, al no poner la vida y la salud de las personas por encima de la política” sostuvo Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China. Esto, en función de refutar una serie de informes de inteligencia estadounidense, donde se asegura que Beijing ha desinformado sobre los casos del Covid-19 y las estadísticas. El gobierno chino expresó su indignación y Hua Chinying expresó que “ni la calumnia ni las manchas ni el desvío de la culpa hacia los demás pueden compensar el tiempo perdido. En cambio, redundará en más tiempo y vidas perdidas. El pueblo chino simpatiza con el pueblo estadounidense por el dolor que está sufriendo ahora pero, la politización de los problemas de salud pública debe ser denunciada por las personas de todo el mundo, incluido los propios estadounidenses y exigirles a sus políticos ajustar su dirección y prioridades de trabajo, concentrándose en salvar vidas.

Traigo a colación las palabras de Sayed Ali Jamenei, que hago propias, pues interpretan este sentimiento, que me acompaña respecto al Covid-19 con relación a que esta humanidad sufre de injusticia, divisiones de clase, inequidad, abusos de las potencias mundiales. Donde el coronavirus es un gran problema para nuestras sociedades, pero sigue siendo un problema pequeño en comparación con otras muchas dificultades que hemos vivido y por las cuales hemos transitado con sangre, dolor y lágrimas. Conflictos que nos han aquejado, que nos afectan y lo seguirán haciendo mientras no seamos capaces de cambiar drásticamente la manera en que hasta ahora nos hemos comportado: guerras, invasiones, agresiones, ocupación de territorios, desplazamiento de personas por millones (65 millones de refugiados contabilizados el año 2019). Racismo, sometimiento de pueblos, inequidad económica, la apropiación de la riqueza de todos en manos de unos pocos.

La muerte se ha tenido que hacer presente por miles, en las potencias occidentales, para que se den cuenta en la fragilidad en la que viven, aunque el 75% de la humanidad vive en esa inestabilidad, pobreza, esa cuerda delgada, desde siempre, sea en África, Asia y Latinoamérica. La cultura y la civilización donde el capitalismo se enseñorea ha mostrado su verdadera cara: escasa cooperación, falta de solidaridad, robos, usurpación, amenazas de cortar fondos a organismos internacionales, esconder las verdaderas cifras de la hecatombe, piratería, usurpación, la fuerza del más poderoso contra el pequeño, soberbia, matonaje.

El capitalismo ha mostrado su verdadera cara, mediante los saqueos, aumento de precios, acaparamiento de alcohol gel, alimentos, la falta de conciencia social, comprar armas para defenderse del otro. Pensar incluso en a quién se salva, al joven o el viejo en una disyuntiva éticamente reprobable porque lo allí se discute en verdad, es la viabilidad económica del ser humano, si podrá producir o es simplemente una carga. El dividir a la población entre los viables y los que llegan al fin del camino, pobres, con jubilaciones miserables. O una población carenciada sujeta a los vaivenes del mercado, sometidos a la decisión de gobiernos que deben apelar a la “bondad” del empresariado más poderoso, para ver si el ciudadano tendrá algún apoyo económico. Una sociedad vergonzosa que posee cientos de miles de millones de dólares de sus cotizantes previsionales, pero no pueden hacer uso de ellos.

La pandemia del Covid-19 ha mostrado la cara de un mundo que grita “sálvese el que pueda” individualmente y si tiene ahorros mejor, sino los tiene las migajas caerán para que el engranaje productivo siga funcionado. La piratería del siglo XXI se expresa robando mascarillas, ventiladores mecánicos, kits de detección del virus. Esta pandemia nos obliga a combatir el virus decididamente pero también cambiar las bases de este político, económico y social que ya no da el ancho. La inmoralidad, la inhumanidad no puede seguir marcando nuestro rumbo. Estamos obligados a repensar el mundo que se nos viene y una de las tareas es tirar por la borda a todo pirata que pretenda aprovecharse de esta pandemia.


* Periodista y escritor chileno. Analista internacional, Master en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en temas principalmente de Latinoamérica, Oriente Medio y el Magreb. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales. Creador de revista digital www.politicaycultura.cl
La palabra empeñada

La palabra empeñada

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Maia Cubric*

“Me sentía frío, ridículo, cumpliendo mi misión de periodista. ¡Qué hacía yo ahí, con la lapicera en la mano, en lugar de estar apretando el gatillo de una ametralladora!”

Jorge Ricardo Masetti

Jorge Ricardo Masetti nació el 31 de mayo de 1929 en Avellaneda. Fue periodista, escritor, revolucionario, Comandante del Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP) en la Argentina y fundador de Prensa Latina, el primer proyecto comunicacional latinoamericano que problematizó y disputó con el monopolio comunicacional.

En 1958, Masetti trabajaba para Radio El Mundo, cuando decidió viajar a Cuba para ver con sus propios ojos esa revolución que se estaba gestando y de la que tanto se hablaba. Así lo expresó en el prólogo de Los que luchan y los que lloran, obra que Rodolfo Walsh describió como “la mayor hazaña individual del periodismo argentino”:“La única forma de saberlo, de despejar los interrogantes que siempre dejaban abiertos los cables de las agencias noticiosas, de conocer si realmente la causa del Movimiento 26 de Julio merecía la adhesión de quienes querían la libertad de Latinoamérica, era ir hasta Fidel Castro y plantearle claramente las preguntas que nos hacíamos aquí”. Motivado por su compromiso con la verdad, llegó a La Habana con pocos contactos, pero con la convicción de encontrar a Fidel.

El reportaje se escondía entre las montañas de una Cuba enardecida y Masetti caminó las sierras durante meses para encontrar a Fidel. En el trascurso fue tomando la forma de un revolucionario, porque no podía ignorar las injusticias. Se internó en Sierra Maestra, sabiendo que solo allí encontraría la revolución. Vivió ráfagas de tiros que bajaban desde los aviones enviados por la dictadura de Fulgencio Batista, conoció campesinos y empezó a comprender, cada vez más, la realidad cubana: la miseria, la pobreza, la violencia, la represión con la que el imperio pretendía instalarse en la isla. Y también, la resistencia, la fuerza y la lucha de un pueblo harto, que estaba dispuesto a dejar su vida por la causa.

Los niveles de violencia, los asesinatos que imponía el régimen militar y el innegable compromiso con la realidad del periodista argentino encontraron en la revolución por la liberación de los pueblos, la respuesta a siglos de opresión. Masetti entendió, en ese trayecto, que la respuesta era necesariamente práctica: “¡Qué hacía yo ahí, con la lapicera en la mano, en lugar de estar apretando el gatillo de una ametralladora!”,pensaba mientras escribía desde un hospital levantado por el Ejército Rebelde para les herides por las metrallas de Batista.

Hizo su recorrido, pieza histórica necesaria e indispensable en la lectura, y entrevistó al Comandante Che Guevara y al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Una vez obtenido el material, luego de meses en Sierra Maestra, se encaminó hacia la capital de Cuba, pero en el camino se enteró que dicha entrevista no había llegado “bien” a Buenos Aires. Y ahí, su compromiso con la palabra y su acto heroico en busca de la verdad, volvió a cobrar sentido porque decidió, pese a todo lo vivido, volver a internarse en las sierras para conseguir nuevamente las palabras de quienes lideraban la revolución junto al pueblo.

En su vuelta a la selva, el peligro era cada vez más visible y constante. Masetti entiende la importancia que la posible revolución generaba en el mundo político mundial y desde allí la extrema violencia con la que la dictadura avanzaba. Cada vez corría más riesgos su vida, porque cualquier persona afín, o con intención de indagar un poco más en los movimientos revolucionarios, era asesinada. La dictadura de Batista censuraba cualquier modo y medio de expresión que no fuese el de las grandes empresas. Y un periodista con el compromiso de Masetti representaba todo lo opuesto, porque como expresaba: “no se puede ser imparcial entre el bien y el mal”.

Cuando Guevara lo vio, nuevamente en la Sierra, y luego de saber que la entrevista no había llegado a destino, comprendió que Jorge Ricardo Masetti no era un simple periodista. En ese campamento, hablaron de la revolución, de cambiar el sistema del mundo, de la liberación. Masetti logró entrevistar, por segunda vez, a los mártires revolucionarios y terminó de conocer, y sentir, profundamente la realidad cubana. A esta altura de los hechos, Cuba ya era parte de su carne, como lo era el compromiso por luchar contra las injusticias en cualquier lugar del mundo.

El Masetti que volvió a la Argentina ya no era el mismo que el que se había ido. El 16 de junio de 1959, funda en Cuba, Prensa Latina, un proyecto de Ernesto Guevara para dar batalla a la hegemonía mundial en el campo de la comunicación. En 1961, junto a Rodolfo Walsh, logró descifrar los mensajes secretos norteamericanos y descubrió la contraofensiva que preparaba el imperio con la idea de invadir nuevamente la isla, y desembarcar en Playa Girón. Masetti no solo puso al descubierto la carta secreta yanqui, sino que también tomó el fusil para combatir convencido y defender las tierras revolucionarias cubanas. En octubre de ese año, participó de una misión en Argel, África-la primera misión internacionalista cubana-, donde también entrevistó al Frente de Liberación Nacional argelino.

Siendo su único objetivo de vida la liberación de los pueblos, Masetti se unió al Che Guevara en la construcción de un foco guerrillero en el sur del continente. Creó el Ejército Guerrillero del Pueblo y fue apodado Comandante Segundo. El 21 de junio de 1963, con treinta compañeros, ingresaron a la Argentina cruzando desde el límite fronterizo de Tarija, hacia Orán. Pasaron meses en la selva y luego de resistir una emboscada del ataque armado, Masetti decide volver a la base de Bolivia. La historia no acabó allí: el Comandante Segundo volvió a Salta entre el 21 y el 24 de septiembre de ese año, junto a otros diez compañeros, pero esta vez ingresaron divididos en dos grupos a la selva norteña.

El 18 de abril una patrulla de gendarmes encontró a los guerrilleros en la zona de El Bananal y comenzó un tiroteo que terminó con la vida de gendarmes y guerrilleros. Masetti logró escapar y se escondió en la selva. La última vez que fue visto por sus compañeros fue el 21 de abril de 1964. Todavía la familia pide por su cuerpo.

“Que su nombre siga casi tan ignorado en su país como el pedazo de selva que esconde sus huesos era previsible para Jorge Masetti. Periodista, sabía cómo se construyen renombres y se tejen olvidos. Guerrillero, pudo presumir que si era derrotado el enemigo sería el dueño momentáneo de su historia […] Masetti no aparece nunca. Se ha disuelto en la selva, en la lluvia, en el tiempo. En algún lugar desconocido el cadáver del comandante Segundo empuña un fusil herrumbrado”,escribió Rodolfo Walsh en su recuerdo.

A 56 años de su desaparición forzada, Masetti sigue vivo en su ejemplo. El periodista comprometido, que se hace carne en la lucha y que cuando el momento histórico lo demanda deja su vida por eso, es una de las tantas enseñanzas que supo plasmar. La palabra empeñada. La lucha por defender el ideal antiimperialista. La lapicera y el fusil. Son solo algunas insignias de las huellas que dejó Masetti y que nunca se van a borrar. Porque, como bien expresaba: “Ningún revolucionario termina, sin prolongarse en su lucha y en su ejemplo. Su grito jamás se apaga, sin que encuentre el eco de mil gargantas jóvenes que lo renueven. Su sangre jamás se coagula, sin que la asimile la tierra por la cual la derramó.

Esa es su única, íntima y reconfortable recompensa”.


* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura - FM 90.5), columnista del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur – FM 91.7), colaboradora de Revista Trinchera y de Agencia Timón.
Julie Callahan: “La pandemia ha sobrecargado al sistema sanitario y ha expuesto su incapacidad para atender a las personas que lo necesiten”

Julie Callahan: “La pandemia ha sobrecargado al sistema sanitario y ha expuesto su incapacidad para atender a las personas que lo necesiten”

TIEMPO DE LECTURA: 17 min.

Revista Trinchera dialogó con la activista en derechos humanos y animales estadounidense, Julie Callahan, quien analizó la forma en que el gobierno de Donald Trump está enfrentando la pandemia del COVID-19.


¿Cuál era la situación general del país previa a la aparición de la pandemia?

La economía de los Estados Unidos está impulsada principalmente por el consumo interno y las políticas económicas neoliberales. Tiene impuestos más bajos y un sector financiero más grande que algunos otros países que mantienen más un estado de bienestar para compensar las conmociones económicas que pueden ocurrir debido a problemas comerciales. Estados Unidos depende de los salarios para impulsar el crecimiento y prácticamente no tiene reservas para compensar los efectos de las crisis económicas. El modelo de crecimiento funciona bien siempre que haya un bajo desempleo, se ganen y gasten los salarios, y los consumidores y las empresas reciclen el crédito para cubrir la diferencia entre salarios y costos.

Dado que el poder adquisitivo de los salarios en los Estados Unidos ha disminuido con el tiempo, las personas se han visto obligadas a gastar más de sus ingresos en pagos de tarjetas de crédito, préstamos estudiantiles y gastos médicos. Cuando hay un shock en la economía y los ingresos de las personas se reducen considerablemente, como durante esta pandemia, no hay fondos de respaldo para compensar sus deudas.

Como parte clave del modelo de crecimiento de EE.UU., se rescatará a los sistemas financieros para mantener el flujo de crédito y que la economía absorba el impacto a través de mecanismos como el desempleo, la reducción de salarios y las políticas de austeridad. Se supone que los precios y los salarios se ajustarán rápidamente, el capital se reasignará y el crecimiento volverá sin la necesidad de intervención estatal. Sin embargo, la pandemia de coronavirus ha creado un shock que no es normal y los mecanismos habituales para el shock económico son de poca utilidad. Rescatar el capital y esperar que la mano de obra se ajuste a través de recortes salariales y desempleo es simplemente imposible dado el alcance del cese de actividades. El modelo de crecimiento de EE.UU. sin gastos de asistencia social está diseñado de tal manera que si se apaga, crea un daño extremo para sí mismo.

Otro factor clave en el estado actual de desorden en los Estados Unidos es el sistema de atención médica existente. Es un sistema predominantemente atado al empleo. Si las personas están desempleadas, es posible que no tengan acceso o no puedan pagar la atención médica debido a la falta de seguro médico. También hace que sea más difícil para las personas cambiar de trabajo por temor a perder sus beneficios de salud. Antes de la pandemia, se estimaba que aproximadamente 28 a 30 millones de personas no tenían seguro y que al menos 40 millones de personas tenían seguro médico insuficiente. Esta situación, por supuesto, afecta principalmente a las personas más pobres, los trabajadores agrícolas y los inmigrantes indocumentados en el país. En Estados Unidos se paga cierta cantidad de dinero por una póliza de seguro médico, que suelen ser muy caras, y cada gasto sanitario (consultas e insumos médicos) se va descontando de ese monto total. Por eso, incluso para aquellas personas que pueden costear un seguro médico, este mecanismo hace que las personas eviten ver a un médico a pesar de que puedan necesitarlo o reducen la cantidad de medicamentos recetados que toman para que a póliza dure más.

La atención médica en los Estados Unidos es un sistema privatizado con fines de lucro que está completamente mal equipado y no está preparado para cualquier tipo de emergencia de salud a nivel nacional, y mucho menos para la pandemia que estamos experimentando actualmente. Sin embargo, deberíamos haber estado preparados para esta crisis porque ha habido advertencias durante años de este mismo escenario. Obama sabía de la posible pandemia cuando era presidente, sin embargo, ni él ni Trump tomaron medidas para prepararse para ella. Durante los últimos tres años, los Estados Unidos se han distraído con las absurdas tonterías de Russiagate, Ukrainegate y la farsa de un juicio político. En lugar de prestar atención a las advertencias de los científicos y profesionales médicos, el gobierno los ignoró, no porque no hubiera evidencia científica de que pudiera ocurrir una pandemia, sino porque ha habido una falta de voluntad por parte de los líderes del país.

La pobreza existente en los Estados Unidos es otro problema crítico que ha sido expuesto por el virus. Muchas personas han estado viviendo de cheque en cheque sin ahorros o red de seguridad para ayudarlos en este momento de crisis. Un informe que fue generado en 2020 por The State of America’s Children afirmó que uno de cada seis niños en el país -casi 11.9 millones de niños-, viven en la pobreza, lo que los convierte en el grupo de edad más pobre de los EE.UU. “Casi el 73 por ciento de esos niños son niños afroamericanos. La tasa de pobreza infantil (16 por ciento) es casi una vez y media más alta que la de los adultos de 18 a 64 años (11 por ciento) y dos veces mayor que la de los adultos de 65 años o más (10 por ciento).” Los niños que viven en la pobreza tienen menos probabilidades de tener un seguro médico y atención médica adecuados.

Además de un modelo de crecimiento desmoronado, un sistema de salud deteriorado y una pobreza cada vez mayor, especialmente para los niños, Estados Unidos tiene una población de aproximadamente 330 millones de personas, donde cerca de 270 millones poseen armas cortas, y existen 80 millones de trabajadores (que cobran por hora y trabajan en la informalidad) que no reciben licencia por enfermedad en este contexto de pandemia. Todo esto se suma a desafíos únicos que muy pocos países enfrentan.

Europa Press – 27/02/2020

¿Cómo caracterizarías la actitud del gobierno nacional para enfrentar al COVID-19?

Inicialmente, el gobierno de Trump se mostró poco serio ante cualquier peligro de la pandemia y tardó en actuar. Trump realmente ridiculizó a China cuando comenzaron sus medidas sistemáticas para abordar la pandemia. En ese momento, Trump declaró que las preocupaciones sobre el virus eran un “engaño”. El gobierno esperó casi dos meses desde la primera notificación sobre los casos de coronavirus en China antes de tomar medidas en los Estados Unidos. El 22 de enero, cuando se le preguntó acerca de un individuo en Seattle que había dado positivo por coronavirus, Trump declaró: “Es una persona que viene de China y lo tenemos bajo control. Va a estar bien”. Al momento de escribir este artículo, hay más de 805,000 casos de COVID-19 en los Estados Unidos y casi 45,000 muertes.

Aunque la administración de Trump había sido notificada sobre la pandemia que tuvo lugar en China a fines de diciembre, no se tomaron medidas clave para preparar a la nación. No habló con los ciudadanos sobre la pandemia hasta el 26 de febrero. Los equipos médicos que salvan vidas, como respiradores, no fueron almacenados. Los datos vitales de salud pública de China no fueron utilizados por el gobierno de los Estados Unidos. Las advertencias urgentes fueron ignoradas por Trump, que tenía la intención de proteger su próspera economía, aquella que considera fundamental para sus posibilidades de reelección en 2020. Él y su administración han estado poniéndose al día desde entonces. El Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno, recibió una alerta sobre el virus al mismo tiempo que Trump y solo en el plazo de dos semanas comentó que podría provocar una catástrofe global.

El 1 de febrero, la administración Trump prohibió la entrada a los Estados Unidos de ciudadanos extranjeros que habían viajado a China en los últimos 14 días, excluyendo a los familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes. A pesar de la prohibición, casi 40,000 personas han llegado a los Estados Unidos en vuelos directos desde China desde esa fecha, según un análisis realizado por The New York Times. A mediados de marzo, Trump declaró que la distancia social podría ser levantada en Semana Santa, aunque luego se retractó e instó a las personas en los Estados Unidos a quedarse en casa hasta al menos el 30 de abril. Agregó que sería una “buena” noticia si solo 100,000 a 200,000 personas mueren en los Estados Unidos.

Ha habido cantidades insuficientes de equipo de protección personal (EPP) como máscaras y guantes, así como cantidades inadecuadas de kits para testeos, ventiladores e incluso camas de hospital para abordar la pandemia. Debido a las políticas económicas neoliberales, un sistema de atención médica con fines de lucro y hospitales privados, el sistema médico ya estaba funcionando al máximo nivel. La pandemia ha sobrecargado ese sistema y expuesto su incapacidad para atender a las personas aún en las mejores situaciones, pero aún más durante esta crisis.

Inmediatamente después de que Trump prohibió viajar desde Europa a los Estados Unidos el 12 de marzo, el mercado de valores cayó casi un 8 por ciento. Una de las primeras acciones tomadas por el gobierno casi de manera instantánea fue inyectar $ 1,5 billones de dólares en los mercados financieros.

El plan económico más amplio para proporcionar “alivio” al país es a través de la Ley CARES, aprobada recientemente y por unanimidad por los legisladores demócratas y republicanos para compensar los problemas económicos que se han producido debido a COVID-19. The Joint Committee on Taxation (el Comité Conjunto de Impuestos) realizó un análisis en el que se descubrió que el 80% del beneficio del proyecto de ley se destinó a solo 43.000 contribuyentes que ganan más de $ 1 millón de dólares al año cada uno. La exención de impuestos promedio para esas 43.000 personas fue de $ 1,6 millones de dólares, mientras que todos los demás recibieron un pago único de $ 1.200 dólares en el mejor de los casos, sin contar que el proceso para hacerse de este dinero es burocrático e incluso imposible para muchos habitantes.

A medida que aumentan la cantidad de casos confirmados y las muertes resultantes del coronavirus, el gobierno acusa a China de no notificar lo suficientemente pronto sobre el virus. Trump y otros afirman que China le debe dinero a Estados Unidos por los daños causados ​​por el virus.

La administración Trump ha aprovechado la crisis del coronavirus para aumentar la presión contra aquellos países que no obedecen los designios de Washington voluntariamente. Ha aumentado las sanciones contra Venezuela, Cuba e Irán y Trump ha seguido intentando expulsar a Maduro del gobierno. Recientemente, Mike Pompeo, Secretario de Estado de Estados Unidos afirmó que Maduro está involucrado en el tráfico de drogas y el gobierno de los Estados Unidos, de la mano de su Departamento de Justicia, colocó una recompensa de $15 millones de dólares por la cabeza de Maduro.

Aunque no está claro a dónde se ha ido todo, el gobierno federal de EE.UU. ha robado suministros de EPP y equipos médicos que se dirigían a otros países, e incluso robó suministros de sus propios estados sin notificarles.

¿A qué atribuye la actitud adoptada por el gobierno?

Inicialmente, parecía que Trump no creía que el brote de coronavirus en China fuera más grave que la gripe estacional. Él mismo lo declaró públicamente. Una vez que quedó claro que había cada vez más casos en los EE.UU. y que la gente moría por el virus, Trump comenzó a señalar con el dedo. Al principio, acusó a los hospitales en los Estados Unidos de “atesorar” suministros médicos, causando la escasez que muchos profesionales médicos y centros de salud han estado experimentando. Después de eso, Trump comenzó a culpar a varios gobernadores por la escasez: afirmó que algunos gobernadores estaban solicitando equipos médicos que no necesitaban.

Ahora, cada vez hay más culpa dirigida a China no solo por Trump, sino también por Joe Biden, el candidato demócrata a la presidencia. Trump ha estado atacando a China para desviar la culpa por su negligencia al abordar el coronavirus de manera expeditiva y efectiva. Recientemente, afirmó que China pudo haber comenzado el coronavirus deliberadamente. También ha atacado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por favorecer a China y no abordar la pandemia adecuadamente. Para “castigar” a la OMS, Trump ha recortado los fondos estadounidenses a la organización que tiene un presupuesto de $4,8 mil millones de dólares.

Claramente, todo este señalar con el dedo y castigar es un intento de culpar a cualquiera más que a sí mismo por los Estados Unidos sufriendo el peor brote de COVID-19 del mundo hasta la fecha. Sin embargo, los propios fracasos de Trump en la pandemia están bien documentados. Su desdén, su desprecio por las opiniones de expertos y su obsesión por evitar que las malas noticias afecten al mercado de valores, empeoraron la crisis. Trump y su gabinete también afirmaron desde el principio que los demócratas y los medios estaban exagerando intencionalmente el virus para dañar la economía e impactar negativamente en sus posibilidades de reelección.

Donald Trump, Presidente de los EEUU

¿Qué efectividad considerás que tienen las medidas adoptadas?

Creo que las medidas adoptadas en los Estados Unidos son mixtas en cuanto a efectividad. Los estados individuales en el país han adoptado sus propias medidas diferentes. Por ejemplo, algunos han cerrado restaurantes y otros no. Algunas iglesias continúan celebrando servicios presenciales y otras no. En la parte de California, donde vivo, el gobierno local fue uno de los primeros en tomar acción, implementando medidas de resguardo de la población como cerrar escuelas y otros lugares públicos y limitar la cantidad de personas que podían congregarse en un mismo lugar. Sin embargo, otros estados fueron más lentos para actuar y en diferentes grados. Al momento de escribir este artículo, Trump está presionando para abrir negocios y ciertos estados, como Texas, están planeando relajar las medidas que tienen actualmente vigentes, a pesar de que el virus continúa escalando en el país.

Aunque el Congreso finalmente aprobó un paquete de estabilización económica de 2 billones de dólares, su negativa a cuidar a las personas por encima de las corporaciones y los mercados financieros demuestra las tensiones en el modelo de crecimiento de Estados Unidos. Como se mencionó anteriormente, Estados Unidos generalmente opta por proteger el capital y simplemente dejar que la mano de obra se ajuste a través del desempleo. Pero este instinto, para proteger a los más ricos del país y dejar que los trabajadores se vean afectados, demuestra el fracaso del modelo neoliberal.

Como oportunistas que son, Wall Street, Big Banks y las corporaciones más ricas del país utilizaron esta crisis para empujar a que el Congreso promulgue proyectos de ley que les brinden un “rescate”,y permitan que las empresas más pequeñas y los más pobres y vulnerables del país, sean los que paguen el golpe financiero. Por supuesto, estas corporaciones más ricas se aprovecharán de aquellas empresas más pequeñas que no pueden resistir financieramente el bloqueo y usarán sus fondos de rescate para engullir sus negocios en bancarrota a precios de ganga.

Claramente, el gobierno no quería establecer un bloqueo porque sabían que sería catastrófico para la economía, y esa es su principal preocupación. Finalmente alentaron las medidas de cuarentena únicamente por desesperación porque no estaban preparados para tomar ninguna otra medida. China demostró excelentes resultados al contener el virus y recuperar la economía. Sin embargo, más allá de limitar a las personas a sus hogares y el distanciamiento social, los servicios de salud chinos desplegaron máscaras, pruebas, localización de contactos y tratamientos que los EE.UU. no tenían disponibles. China también construyó dos nuevos hospitales dedicados al coronavirus. Estados Unidos aún tiene que implementar estas estrategias adicionales.

¿Cuál ha sido la actitud de la oposición en esta situación? ¿Actuaron con prudencia y colaborando a mejorar o aprovecharon para golpear al gobierno?

Hasta hace poco, la mayor oposición en el país ha sido de los dueños de negocios. Ha habido cierta resistencia por parte de las personas que no quieren seguir las medidas de resguardo y distanciamiento social. Sin embargo, en general, la gente ha cumplido. Sin embargo, eso puede estar cambiando: la semana pasada hubo algunas protestas contra las medidas de refugio en el lugar. Trump ha estado alimentando las protestas con tuits incendiarios como “Libérate Michigan” o “Libérate Minnesota”. No está claro cuántas personas participan realmente en las protestas odónde se originaron, sin embargo, Trump está explotando la frustración de las personas que están cansadas de las medidas de cuarentena y distanciamiento social, para alentarlas a protestar contra sus gobiernos locales.

¿Cómo repercutió este nuevo escenario en la economía nacional?

Como se mencionó anteriormente, esto ha sido un gran éxito para la economía y particularmente para las pequeñas empresas y para las personas más vulnerables del país. Una solución alternativa, presentada por el presidente estadounidense Donald Trump y con defensores en muchos estados, es simplemente “reiniciar la economía.” El costo directo de hacerlo, según un estudio realizado por el Imperial College de Londres, podría provocar la muerte de hasta 2,2 millones de personas. El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, es uno de los defensores de este plan en un estado que pronto facilitará las medidas de bloqueo sugeridas en una entrevista reciente que las personas mayores necesitan morir para salvar la economía.

Si se levantan las medidas de cuarentena y distanciamiento social y se reinicia la economía como sugieren Trump y algunos de los gobernadores en los EE.UU., el riesgo de mayores tasas de infección o una segunda ola de infección podría cerrar efectivamente los mercados laborales. Esto no ayudará a impulsar la economía y, de hecho, podría retrasar la capacidad de recuperación de la economía. Poner la economía en espera durante seis meses podría destruir el modelo de crecimiento y lo que queda de la cohesión social del país. Sin embargo, ignorar las advertencias de los expertos médicos y reiniciar la economía antes de contener el virus podría causar muchas más muertes y daños mucho más graves y duraderos en la economía.

¿Cómo repercutió la pandemia en el día a día del pueblo?

La mayoría de las personas en el país han tenido que refugiarse en sus casas. Algunas personas han podido trabajar desde sus hogares y continúan ganando sus salarios regulares, sin embargo, muchas otras personas no pueden trabajar y han perdido sus trabajos, ya sea temporal o permanentemente. Hasta el 16 de abril, el Departamento de Trabajo informó que las solicitudes semanales de desempleo totalizaron 5.245 millones. El gobierno aprobó un cheque único de $ 1,200 para aquellas personas que ganan menos de $75,000 dólares anuales, sin embargo, al momento de escribir este artículo, muchas personas no han recibido esos cheques y en ciertas áreas, $1.200 dólares ni siquiera pagarán la mitad del alquiler de un mes, y mucho menos servicios públicos, alimentos y otras necesidades.

Varias industrias y negocios continúan operando al ser consideradas esenciales, como la atención médica, la policía, los carteros, los trabajadores del transporte público, los conductores de Uber y Lyft, los trabajadores agrícolas y otros. Amazon es una de esas compañías. Sin embargo, sus trabajadores han estado en huelga sienten que están trabajando en condiciones inseguras, que no están siendo abordadas por la gerencia y no se les está pagando ningún ingreso adicional por poner en riesgo su salud y posiblemente sus vidas para trabajar en una empresa que es propiedad del hombre más rico del mundo.

Las personas sin techo sufren cargas adicionales durante este tiempo porque los pocos servicios que tenían disponibles antes de la pandemia, ya no están. Están solos sin ningún lugar donde refugiarse. Los inmigrantes indocumentados también se encuentran en una situación desesperada porque no tienen seguro y no quieren pedir ayuda por temor a ser deportados.

En general, la pandemia de coronavirus ha cambiado las reglas de la sociedad, aisló a las personas en sus hogares, cerró las escuelas, devastó la economía y dejó a millones sin trabajo.

CNN – 02/04/2020

¿Qué rol están jugando las FFAA en esta particular situación?

Al momento de escribir este artículo, las Fuerzas Armadas han actuado poco en los Estados Unidos, sin embargo, algunos gobernadores han mencionado la posibilidad de usar la ley marcial “si fuera necesario”. Con las recientes protestas a las que asistieron personas armadas y alimentadas por Trump, ese escenario parece más posible.

¿Cuál es la actitud de los empresarios?

Como se mencionó anteriormente, algunos de los dueños de negocios están hablando en contra de las medidas de bloqueo y la interrupción del trabajo. Están ansiosos por que las empresas retomen sus actividades por razones obvias. No creo que entiendan los riesgos potenciales de levantar las restricciones en este momento y que a largo plazo, regresar a “negocios como de costumbre” antes de que el virus esté completamente contenido puede ser mucho más perjudicial para sus negocios que esperar.

Del mismo modo, ¿cómo están actuando los medios de comunicación?

Como es típico, los medios alternativos son la mejor fuente de noticias precisas y éticas. Los medios corporativos, como siempre, representan al gobierno, ya sea a la “izquierda” o la derecha. Los principales medios de comunicación rara vez informan sobre las crecientes sanciones contra Venezuela, Irán y Cuba o la recompensa que Trump recientemente puso por la cabeza de Maduro. Si discuten estos temas, siempre es desde el punto de vista de que este es un curso de acción necesario. Los medios corporativos tampoco han estado informando sobre los continuos bombardeos que la administración Trump ha estado llevando a cabo durante la crisis pandémica. El enfoque de los medios corporativos, en ambos extremos del espectro político, ahora se ha convertido en demonizar y culpar a China por la pandemia y el daño que ha causado a los Estados Unidos.

¿Cuáles crees que serían las medidas más urgentes que debería adoptar el gobierno en este contexto, entendiendo las particularidades del país?

Lo primero que se necesita es una inversión decisiva en salud pública para enfrentar el desafío de combatir el virus. Actualmente en los Estados Unidos estamos experimentando el dolor del aislamiento y el cierre de actividades sin una ruta para contener con éxito el virus. Sin embargo, China pudo reducir significativamente la tasa de transmisión mediante una combinación de distanciamiento social, pruebas, seguimiento de personas en contacto con el virus, aislamiento y tratamiento. Una vez que esas medidas se pusieron en práctica y se aplicaron estrictamente, se ganó la batalla contra la pandemia.

Corea del Sur, Singapur, Taiwán y Hong Kong también obtuvieron el control del virus al implementar y hacer cumplir estas cinco medidas. En los Estados Unidos, el gobernador de Massachusetts ha implementado recientemente un plan que incorpora pruebas estatales y rastreo personas en contacto con el virus. Esto estará relacionado con lo que se espera sea un sistema efectivo de cuarentena y tratamiento.

Aunque es un proceso tardío, otros países que han logrado suprimir COVID-19 han demostrado que el rastreo de de personas que han entrado en contacto con el virus es efectivo incluso en el pico de una epidemia. El seguimiento requiere testeos y aunque eso es difícil debido a la falta de kits de testeo o de instalaciones para procesar grandes cantidades de testeos, Massachusetts lidera el camino en la creación de métodos alternativos para pruebas y procesamiento.

Además de este procedimiento de 5 pasos, debe implementarse un sistema de soporte. Las personas necesitan apoyo para obtener alimentos, tener un teléfono disponible, transporte si es necesario, asistencia para sus familias, alguien para vigilar a las personas mayores que están enfermas. El gobierno tiene que proporcionar fondos suficientes para que las personas necesitadas puedan acceder a este sistema de apoyo lo más rápido posible.

La financiación de este procedimiento de 5 pasos y un mayor sistema de apoyo requerirá otra gran inyección de efectivo del gobierno, sin embargo, la eficacia potencial ha sido demostrada por otros países. Si continuamos el bloqueo como lo estamos haciendo sin implementar las otras medidas necesarias que han demostrado ayudar a detener con éxito la pandemia, el costo a largo plazo debido a una economía en quiebra por un período de tiempo imprevisto podría ser mucho peor.

El gobierno dejó caer 1,5 billones de dólares en un abrir y cerrar de ojos para impulsar los mercados financieros. Puede encontrar fácilmente el dinero para ayudar a cada estado individual a abordar el virus con el mismo tipo de plan que se ha utilizado con éxito en otros países. El gobierno debería usar algunos de los fondos del Pentágono destinados a la “guerra” para combatir el coronavirus aquí mismo en los Estados Unidos. Podríamos ayudar a librar la guerra en casa y, simultáneamente, poner fin al imperialismo estadounidense y las guerras de cambio de régimen en todo el mundo.

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