La crisis del acuerdo de paz: excusa perfecta para la intervención militar en Venezuela

La crisis del acuerdo de paz: excusa perfecta para la intervención militar en Venezuela

TIEMPO DE LECTURA: 6 min.

Por Miranda Cerdá Campano*

En su desvelo por destruir al gobierno popular de Nicolás Maduro y arrasar con los derechos sociales y políticos de todo el pueblo venezolano, el imperialismo yanqui acude a cuanta movida puede para ahogar el proceso bolivariano. Donald Trump declaró en varias oportunidades que todas las opciones estaban sobre la mesa si se trataba de estrangular la patria que soñó Hugo Chávez, y tras los fallidos intentos por una salida más bien “moderada”, la invasión militar se convierte en una variable que cada día cobra más fuerza.

En el último tiempo, Venezuela no sólo ha tenido que lidiar con una larga lista de arremetidas imperialistas encabezadas por Washington, sino que también ha tenido que enfrentar las políticas terroristas que el Estado colombiano ejerce contra la soberanía bolivariana. Desde que Estados Unidos recrudeció el bloqueo unilateral impuesto al pueblo venezolano, Colombia ha sido uno de sus principales aliados; y cuando Juan Guaidó, coacheado por los cipayos que manejan la política exterior yanqui, se autoproclamó presidente de Venezuela, Iván Duque fue uno de los primeros en subirse al barco de los planes golpistas venideros.

Falló el Plan A

Hace nueve meses que Estados Unidos se esfuerza, sin éxito, por ahogar el proceso bolivariano. Hubo un evidente error de cálculo; según sus criterios, sacar a Maduro sería un trámite y la estrategia estaba bien pensada. La ecuación era simple: la autoproclamación de Juan Guaidó sería un revulsivo para la violencia y la guerra civil, mientras la presión económica y diplomática mediante sanciones generaría las condiciones para producir fracturas al interior de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y cristalizar un golpe contra el presidente constitucional.

Ni siquiera era necesario usar la fuerza militar directa, quizás sí insinuar un golpe como posibilidad real para generar terror en el chavismo. Tampoco había que invertir mucho dinero. Estados Unidos tenía la carta correcta para el momento indicado; Guaidó era el producto hecho a medida: un diputado desconocido, de origen humilde, y que por su imagen jóven, su valentía y el dispositivo publicitario que manejaba, lograría socavar la base social del chavismo, unificaría a una oposición con tradicionales divisiones e incluso convencería a la FANB de derrocar a Maduro y entregarle el asiento presidencial.

Luego vendría el desgaste de la figura de Guaidó, al menos en el plano nacional. El presidente de la Asamblea Nacional esperaba las indicaciones del norte en cada paso a tomar, escenificando ante las cámaras y en redes sociales lo que conocemos como un “títere”: el liderazgo por delegación, mientras los planificadores de la Casa Blanca asumían la gerencia efectiva de cada aspecto estratégico del golpe.

Con rapidez se configuró el saqueo y el secuestro de los activos nacionales de Venezuela. Después se avanzó en el bloqueo total de las transacciones de la República Bolivariana en el sistema financiero internacional, combinando el aislamiento comercial del país con el asedio diplomático, en un intento por otorgarle legitimidad internacional al “presidente interino”.

El plan A falló, pero esa no es la única razón por la que se activa el plan B. Cuando comenzaron los diálogos entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición local, primero en Noruega y luego en Barbados, Juan Guaidó dejó de ser la representación explícita de los deseos de Trump. La posibilidad de una solución política e institucional al conflicto, significaba una amenaza para las pretensiones de Washington; incluso el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la creación de una Unidad de Asuntos de Venezuela, localizada en la embajada estadounidense en Bogotá, para dinamitar las negociaciones entre el gobierno y la oposición; y el propio Elliot Abrams, enviado yanqui a Venezuela, dijo, una vez iniciada las negociaciones, que Guaidó era completamente descartable según se fuera definiendo el desenlace político en el país.

A fines de agosto, Maduro anunció la reanudación del diálogo con la oposición y a Guaidó se le dejaron unos lineamientos bastante claros en la vuelta a las negociaciones: debía continuar con la presión por el cese del chavismo en el poder y en este sentido, el recrudecimiento de las sanciones económicas a Venezuela debían ser el recurso fundamental de presión sobre la población. Sin embargo, la oposición sabe que las conversaciones son la mejor oportunidad contra Maduro tras meses de manifestaciones cuyos índices de afluencia han decaído y de intentos para desmantelar el proceso bolivariano que no han tenido éxito.

Ante este escenario, a Estados Unidos ya no le importa el devenir de su protegido y comienza a concentrarse en derribar a Maduro por la vía que sea. Frente al desgaste de la maquinaria golpista, Washington busca oxígeno en el atajo más confiable, Colombia.

El conflicto interno colombiano, anillo al dedo para la arremetida de Duque

A principios de este mes, el ministro del poder popular para la Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, realizó una desarticulación de toda una serie de atentados planeados en Colombia, a realizarse durante todo el mes de agosto, y cuyos blancos fundamentales eran varios puntos importantes de la zona metropolitana de Caracas.

El 3 de septiembre, ante la posibilidad de presuntas amenazas de acciones de bandera falsa contra Venezuela, Nicolás Maduro activó una alerta naranja en la frontera con Colombia, que implica el despliegue de todas las unidades militares para resguardar el territorio nacional durante los próximos días.

Mientras tanto, Colombia vive una situación delicada. La decisión de sectores de la FARC de volver a la lucha, dejó al descubierto el permanente bombardeo de Iván Duque a los acuerdos de paz suscritos por el Estado. El gobierno, inspirado por el genocida expresidente Álvaro Uribe, sistemáticamente incumplió partes fundamentales del proceso de paz, como la protección de líderes sociales, campesinos e indígenas, la garantía de vida de los guerrilleros desmovilizados, la sustitución social de cultivos y la asignación de tierras a campesinos.

La crisis en el proceso de paz, le vino al pelo a Duque para promover la intervención militar en Venezuela. Confirmando que es el uribismo el que maneja los hilos de la política exterior colombiana, el presidente argumentó que “Maduro protege a guerrilleros y narcoterroristas”. El pronunciamiento fue acompañado de una convocatoria en busca de apoyo de la comunidad internacional y, en específico, del gobierno estadounidense, para enfrentar la “amenaza” que implica esta situación.

Hay algo que está bastante claro y es que los responsables de lo que sucede en Colombia no hay que buscarlos en Venezuela. Los principales responsables son los que están en el gobierno incumpliendo, robándose la plata del post-conflicto y burlándose del pueblo, los que en las filas del Ejército continúan con prácticas como los falsos positivos y alimentando el paramilitarismo.

Para la tranquilidad de la República Bolivariana de Venezuela, Duque y la derecha en América Latina tambalean. Y mientras, Estados Unidos parece no haber comprendido que no se trata de derrocar a Maduro; detrás de él hay un proyecto que el comandante Chávez dejó delineado y que todo un pueblo recuerda. En ese proyecto, no hay lugar para ninguna forma de sometimiento imperialista: “Ya en Venezuela no nos mandan desde el Pentágono, la Casa Blanca o la Embajada de los Estados Unidos. Somos libres y más nunca seremos esclavos, cuéstenos lo que nos cueste”.


* Periodista especializada en Sudamérica, columnista del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), redactora de Revista Trinchera y colaboradora de Agencia Timón
Disculpe, señor, ¿podemos discutir matriz productiva?

Disculpe, señor, ¿podemos discutir matriz productiva?

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Por Luciano Montefinale

“Yo pregunto a los presentes
si no se han puesto a pensar
que la tierra es de nosotros
y no del que tiene más”
Daniel Viglietti

“A desalambrar” – wackala

Mientras Mauricio Macri firma el decreto 591/2019 que permite la importación de basura peligrosa –proveniente, principalmente, de Estados Unidos y Europa–, prohibida por diferentes leyes y decretos con más de veinte años de vigencia, ciertos actores con poder de direccionar los discursos –y de filtrarlos en sectores que se ven perjudicados por los mismos–, se escandalizaron por las declaraciones de Juan Grabois sobre reforma agraria, pusieron toda la maquinaria para censurar el tema y apuntaron los cañones contra el dirigente social y quien se animara a cuestionar el privilegio de ese 1% que vive a costas del 99% restante.

El ministro de la Sociedad Rural

El debate postergado en la agenda política local

En Argentina los factores que imposibilitaron la discusión son varios y debemos remontarnos a la segunda mitad del siglo XIX, con la delimitación del territorio, la imposición del Estado nación a través del genocidio de los pueblos originarios y la concentración de las tierras robadas por terratenientes oligárquicos y empresarios extranjeros. Si consideramos que en 150 años esa concentración se ha agravado, provocando desplazamientos, modos de consumo dañinos, contaminación y una larga lista más de efectos contraproducentes para las mayorías, resulta más que necesario discutir la distribución de la tierra.

En 2015 y en el marco de la Cumbre de las Naciones Unidas, 150 jefes y jefas de Estado definieron el acceso igualitario a la tierra como una meta clave para la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y así cumplir tres de sus objetivos específicos: terminar con la pobreza, eliminar el hambre y alcanzar la igualdad de géneros.

En 2016, el informe “Desterrados: tierra, poder y desigualdad en América Latina” de Oxfam, afirma que Nuestra América es la región del mundo con mayor desigualdad en la distribución entre los grandes productores y el resto: el 51,19% de la tierra productiva está concentrada en el 1% de las explotaciones de mayor tamaño. Metiéndonos en las patrias chicas, Colombia encabeza el triste podio con más del 67% de la tierra productiva en manos del 0,4% de las explotaciones. En Argentina, el 1% posee el 35,93%.

La ONG utiliza el coeficiente de Gini para la tierra –en el cual 0 indica la mínima desigualdad, y 1 la máxima–, que arrojó que la desigualdad en el conjunto de la región es de 0,79, siendo 0,85 en América del Sur y 0,75 en América Central. En tanto, en Europa es de 0,57, en África de 0,56 y en Asia de 0,55.

Más allá de los números que por ahí tienden a alejarnos de la materialización y verdadera dimensión del problema, la extrema desigualdad, imposible de ser relativizada luego de este invierno donde gente murió en la calle –en un país con capacidad de distribuir para todes sus habitantes una porción de tierra donde erigir un techo y pasar las noches– y con hambre –en un país con capacidad de alimentar a una población mayor a la suya–. Básico, ¿no? Entonces, vale preguntarse si este atropello a la razón no está más ligado a un orden social feudal que a una democracia moderna.

La enorme asimetría entre los que tienen más y los que tienen menos, tiene vinculación directa con el modelo de explotación extractivista y depredador de los bienes comunes, específicamente en las actividades petroleras, mineras, forestales y el agronegocio, todas actividades que se expandieron significativamente en las últimas dos décadas.

Desde la década de los noventa, con la importación de modelos de producción y organización territorial, diseñados a la medida de las transnacionales, se impuso en el país uno de los mayores crímenes contra las comunidades y el planeta entero: el monocultivo, en general, y el de soja, en particular. En Argentina el 49% del territorio cultivado tiene soja.

Mención aparte merecen les campesines y pueblos originarios, que por resistir en territorio el saqueo mencionado, mueren a manos de un defensor de este orden establecido de repartición desigual de la riqueza.


–Dígame, Sociedad Rural, ¿sigue pareciendo un disparate discutir esto?

Este diálogo ficticio es meramente protocolar, los procesos revolucionarios que tiran por tierra estas injusticias no piden permiso para entrar a la historia.

El presidente de la Sociedad Rural

Sumado al lobby eterno del agro para que nunca se hable de latifundio, es cierto, también, que el momento económico que atraviesa el país debido a la crisis autoimpuesta por la administración macrista, tiende a poner estas discusiones en segundo plano, y si a eso se le suma la cuestión electoral, sigue bajando escalones en el orden de prioridades.

Claro que en términos de soberanía urge sacarse de encima al FMI, pero vale discutir si vamos a pagar la deuda con los dólares de la explotación a las comunidades y los bienes comunes, o si vamos a “diseñar un modelo en el cual Vaca Muerta, el uso intensivo de agroquímicos, la deforestación, la minería a cielo abierto vayan quedando atrás.”, como afirma la Doctora en Economía, Mercedes D’Alessandro, en su nota “El Macri de Schrödinger”, donde agrega que es necesario incorporar las perspectivas de los feminismos y el ecologismo para tal tarea.

Para la prensa monopólica (¡Oh, como la tierra!) parece que hay tabúes que mejor ni tratar. Los falsos periodistas que operan con servicios de inteligencia, el sector del poder judicial que persigue opositores y, ahora, la distribución de la tierra.

Bienvenido el debate que corre el velo al principal núcleo de concentración del poder de quienes, en línea histórica, gobiernan desde siempre con las máscaras de la época. Comentario aparte merecen quienes perteneciendo al 99%, reproducen las censuras impuestas por el 1%. Es urgente y necesaria la distribución igualitaria de la tierra, es urgente y necesaria la desconcentración del poder que traba el desarrollo de la Argentina como país soberano.

Cuando migrar es delito y cagar de hambre al pueblo no es infracción

Cuando migrar es delito y cagar de hambre al pueblo no es infracción

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Por Floren Luengo*

En el año 2004, Argentina derogó la “Ley Videla” sancionada en 1981 y promulgó la Ley de Migraciones N°25.871, introduciendo el enfoque de derechos humanos. En 2017, el gobierno nacional de Mauricio Macri modificó ésta última con el Decreto 70/2017, hecho que el discurso oficial asoció directamente con la idea de que el problema de la inseguridad es consecuencia del ingreso de personas provenientes de países vecinos, específicamente de la región nuestroamericana [1]. Un claro alineamiento con las políticas migratorias de Trump en EEUU.

 “Que el Estado debe regular la política migratoria teniendo en
especial consideración el bien común”

¿Bienes para qué común?

La cita figura en el Decreto (70/2017) que firmó Mauricio Macri para modificar de la Ley de Migraciones N° 25.871, claramente anclándolo en la construcción del discurso de la inseguridad. En Jujuy se adoptó una nueva Ley que establece el cobro de los servicios públicos a los migrantes que se establezcan allí de manera transitoria. En Chubut el gobierno decretó la expulsión de todas las personas migrantes que tengan antecedentes penales. Ahora bien, ¿qué significa que las personas migren? Desde una perspectiva de género ¿Porqué se habla de una Feminización de la Migración?

Argentina derogó en 2004 la “Ley Videla” (sancionada 1981) y promulgó la Ley de Migraciones 25.871, que introduce el enfoque de los derechos humanos como eje rector, además de adoptar una perspectiva regional beneficiosa para las personas migrantes. La palabra migrar proviene del latín migrare que significa cambiar de residencia, moverse. La mayoría de las veces, los desplazamientos son consecuencia directa de las transformaciones socioeconómicas y las crecientes desigualdades de una economía global que presenta una interdependencia cada vez mayor y en la cual se producen distintos procesos de integración regional

En las últimas décadas, los países latinoamericanos han experimentado un creciente proceso de feminización de los flujos migratorios. En el caso de Argentina, las mujeres migrantes han pasado a constituir algo más del 50% en el censo 2010 (el último). Dentro de los tres grupos más dinámicos de migrantes, las personas llegan mayoritariamente de Bolivia, Paraguay y Perú, representando las mujeres en cada caso el 50,3%; 55,6% y 55% respectivamente. La inmigración femenina es superior a la masculina: 1.168.208 mujeres que migran, lo que supone el 54% del total, frente a los 996.316 de varones, que representan el 46 % restante.

De modo que, para llevar adelante la praxis de los feminismos en Nuestra América, es preciso establecer un trabajo analítico partiendo del Racismo de Estado: los procesos de racialización son inherentes a la colonialidad; ésta última como categoría y perspectiva teórica para pensar(nos) desde los conflictos geopolíticos mundiales.  El concepto de raza, para Aníbal Quijano, representa el eje que dinamiza a los procesos de socialización, a las economías mundiales y a las formas de dominio y expansión del imperialismo. 

Lo interesante para analizar de las noticias que crean algunos medios de (in)comunicación, no es Liz Moreta en sí misma ni la enfermera Vanessa Gómez Cueva, sino lo que éstas figuras representan para el sistema penal argentino y el imaginario social, así como por su condición de mujeres migrantes y originarias de países devastados por la sed acumulativa del capital. Estas dos sujetas políticas, han sido sujetadas por su pasado aun habiendo cumplido las condenas penales que se le atribuyen al rol de las mujeres migrantes que generalmente se enmarcan en causas de contrabando de estupefacientes. Pero cuando los prejuicios sociales se hacen carne tan profundamente en la sociedad, es más fácil -quizás- entablar decretos presidenciales para beneficiar las fronteras ideológicas. 

¿Será que la justicia sólo se contenta con el punitivismo sobre los cuerpos feminizados?

Las políticas sobre migración a menudo suelen ignorar la dimensión de género naturalizando situaciones de vulnerabilidad que afectan a muchas migrantes [2]. En Nuestra América, la criminalización de las mujeres e identidades disidentes en conflicto con la ley penal y la relación que éstas tienen con el sistema de justicia criminal, ha generado que desde hace más de 30 años los feminismos lleven adelante estudios y denuncien la discriminación, la vulneración de derechos y las categorías de género, clase y raza como determinantes de tal criminalización. 

El mencionado Decreto Presidencial leído en clave feminista, puede pensarse, entre otras cosas, como la criminalización del comportamiento ilegal-amoral de las mujeres. Es decir que a través del caso de una mujer migrante, le están mostrando a la sociedad toda -específicamente a los cuerpos feminizados- cómo tiene que ser una mujer y cómo no debería serlo, de lo contrario: cárcel, separación de la sociedad y de sus familias, discriminación. En breves palabras, lo que sucede es una vulneración legitimada de los derechos humanos. Entre las modificaciones a la Ley de Migraciones, se establece entre otros retrocesos, un procedimiento de expulsión que vulnera las garantías del debido proceso, el acceso a la justicia y el derecho de defensa de las personas migrantes. 

La puesta en escena del gobierno nacional de la Alianza Cambiemos busca asociar migración con delito. Desde allí, que se incrementan los recursos para las fuerzas de seguridad, se inventan noticias tendenciosas en cuanto a la peligrosidad de vivir en una sociedad que “deja entrar” a personas que vienen de países vecinos, y hasta se crea una Prisión sólo para extranjeros sin papeles, siendo la Policía Federal la encargada del traslado y custodia de las personas retenidas ¡Esto es tremendo! 

La violencia institucional se vive una y otra vez a lo largo y ancho de nuestra región, y la Argentina como se ve, no está exenta. La criminalización sobre las personas que buscan un mejor destino de vida que el que tendrían en su tierra de origen, se replica en cada trámite burocrático para obtener la ciudadanía, en cada traba administrativa y requisitos finamente calculados, en cada coima aduanera y en cada acceso carnal a los cuerpos vulnerados para que así acepten la “libre” circulación.  


* Periodista, conductora del programa La Marea (Radio Futura FM 90.5), redactora de Revista Trinchera, editora del portal Luchelatinoamérica y colaboradora de Agencia Timón.

Fuente:
[1] Pichetto sacó a pasear toda su xenofobia (Página 12)
[2] Samaranch y Di Nella (2016). Mujeres y cárceles en América Latina. Perspectivas críticas y feministas. 

La única lucha que se pierde es la que se abandona

La única lucha que se pierde es la que se abandona

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Por Nicolás Sampedro*

La historia de subordinación de Nuestra América con EEUU no sólo parte de la debilidad económica, militar o política, sino también de las ataduras, de diferentes formas de estrangulamiento y opresión que han sido adaptadas y perfeccionadas durante décadas y que son esas venas abiertas de las que hablaba Galeano.

Mucho se ha hablado de las matanzas que realizaron los europeos al invadir el continente. Mucho se ha hablado de las constantes invasiones perpetradas por el imperio norteamericano, fundamentalmente en Centro América y el Caribe y de la formación y financiamiento de las dictaduras del Cono Sur mediante el Plan Condor.

Actualmente son los poderes judiciales y mediáticos los principales actores de esa invasión. También es mucho lo que se ha hablado del tema, fundamentalmente desde que Rafael Correa y Cristina Fernández de Kirchner instalaron el concepto de “Lawfare”, que no es otra cosa que la utilización de los poderes judiciales para perseguir a quienes enfrentan las políticas de saqueo del imperio, o que osan pensar en proyectos políticos soberanos para sus países.

Pero a diferencia del terror causado por las botas, los parlantes de los medios de comunicación, las operaciones de mentira en las redes sociales, y las causas judiciales inventadas tienen patas cortas y en muy breve tiempo se están desmoronando.

Se podrá coincidir con el investigador del Centro de Estudios Humanistas de Córdoba y comunicador en agencia internacional de noticias Pressenza, Javier Tolcachier, que las derechas del continente se están deteriorando de manera cada vez más rápida. Hay sobrados ejemplos de ese descalabro, del saqueo y la rapiña que quedan en evidencia para los pueblos en muy poco tiempo.

El caso de Mauricio Macri quizás es el más significativo (aunque Bolsonaro aprendió y está intentando ir más rápido), por el daño que hizo al pueblo argentino. Pero de la misma manera se puede hablar de la pérdida de legitimidad de los gobiernos de Piñera en Chile (el país con mayor endeudamiento percapita del continente[1]), de Abdó Benítez en Paraguay (casi destituido por sus negociados con Bolsonaro), Vizcarra en Perú (antes PPK) que no puede resolver el descontento social y el repudio al proyecto Tía María[2], Lenin Moreno en Ecuador (con un escaso 16% de aceptación en la actualidad), Incluso Duque en Colombia, donde pende de un hilo el proceso de paz ante el incumplimiento permanente del Estado y el rearme de un sector de las FARC[3].

Centro América no está mucho mejor: en Guatemala vuelve a ganar la derecha que encabeza Gianmattei y que promete mano dura en un país con el trágico record de un 46% de desnutrición crónica infantil. Un Haití en llamas que va por la cabeza de Jovenel Moïse ante las catastróficas cifras sociales de “hambre, la miseria y el desempleo que afectan a más del 80% de la población[4]. Y un Juan Orlando Hernández que sólo mediante el fraude logró reelegirse, pese a la prohibición constitucional.

Ante ese escenario, como ya se ha mencionado en anteriores artículos, surge la esperanza de un nuevo proceso progresista en la región. El tiempo de la diplomacia nuestroamericana no murió mal que les pese a muchos comunicólogos y opinadores mediáticos. AMLO en México, las inmensas posibilidades de que Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner ganen en Argentina, la resistencia heróica de la Bolivia de Morales, la Venezuela chavista de Maduro, la histórica Cuba, o la Nicaragua sandinista de Ortega, sumados a los países del Caribe nucleados en la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América.

Un escenario complejo, que seguramente demandará mucha lucha callejera en todo el continente, si es que se pretende frenar la sangría que implican no sólo las deudas externas (nuevamente utilizadas para atar de pies y manos a la región), sino el modelo de saque y dominación que representa el extractivismo.

Si bien no son pocos les que vienen advirtiendo de la necesidad de dar un giro de 180 grados en las lógicas de producción y consumo, el continente se encontrará ante la difícil tarea de revertir las condiciones de pobreza y marginación a las que llevaron las políticas neoliberales, al mismo tiempo que reformula sus matrices productivas y los tipos de vínculos tanto con el imperio, con sus multinacionales, como con países emergentes y contrahegemónicos como China y Rusia[5].

Por sólo citar un ejemplo de la bestial succión de bienes por parte de los EEUU, en un artículo publicado recientemente por la OBELA, los investigadores Oscar Ugartech y Carlos de León, ponen de manifiesto algunos números respecto de las exportaciones de hidrocarburos: “El socio predominante, en 19 de los 21 países, es EEUU; de los cuales 11 cuentan con un tratado de libre comercio. Esta lógica condiciona la dinámica económica de la región, por la concentración del mercado petrolero y de refinación estadounidense, por la volatilidad del precio del petróleo y la caída de la productividad en este sector desde el 2014 con un crecimiento anual negativo”. Como se puede observar la mayoría de los productores de hidrocarburos están atados al mercado estadounidense en la provisión del oro negro.

Un EEUU que utiliza a los poderes judiciales (promocionando las “buenas prácticas”[6]) no sólo para perseguir opositores, sino para quitar del medio a empresas que compitan con sus multinacionales[7]; a los organismos internacionales de crédito como el FMI, el Banco Mundial, el BID o la USAID para socavar la economía y la soberanía de los países de la región; que utiliza a las corporaciones mediáticas para deslegitimar procesos políticos adversos.

Para concluir, interesa resaltar las palabras del politólogo vasco, Katu Arkonada, quien sostiene en un artículo publicado la semana pasada que “tenía razón Fredric Jameson cuando decía que es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo. Esa es la gran victoria cultural de un sistema que parece adentrarse en una obsolescencia no programada. Aunque es probable al paso que vamos que antes se consuma el planeta, y con él la humanidad entera, pero mientras haya un resquicio de esperanza para la acción, no nos confundamos, no es el fuego, es el capitalismo[8].

Precisamente esa esperanza de vida que ponen de manifiesto el centenar de luchas que se replican por todo el continente, son las que llevarían a afirmas con el Che que “la única lucha que se pierde es la que se abandona”.


* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio UNLP), productor del programa Columna Vertebral (Radio Estación Sur - FM 91.7), columnista del programa La Marea (Radio Futura – FM 90.5) editor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Bibliografía:
[1] https://www.alainet.org/es/articulo/201989
[2] https://www.telesurtv.net/news/peru-gobierno-anuncian-suspension-temporal-licencia-tia-maria-20190809-0037.html
[3] http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/09/06/colombia-carta-dell-comandante-de-las-farc-ep-jesus-santrich-respondiendo-al-gobierno-uribista-y-a-sus-complices/
[4] https://www.alainet.org/es/articulo/201895
[5] https://www.alainet.org/es/articulo/201968
[6] https://www.celag.org/eeuu-y-la-asistencia-juridica-para-america-latina/
[7] http://misionverdad.com/entrevistas%20/guerra-economica-el-uso-de-la-justicia-para-quebrar-empresas-de-america-latina
[8] http://abyayala.tv.bo/index.php/2019/09/02/no-es-el-fuego-es-el-capitalismo/

¿Aprender Conectados? Las maniobras de Cambiemos para desarmar una política de inclusión

¿Aprender Conectados? Las maniobras de Cambiemos para desarmar una política de inclusión

TIEMPO DE LECTURA: 9 min.

Por Jonatan Pérez*

El fin de Conectar Igualdad y las entregas “uno a uno” terminaron con la llegada de “Aprender Conectados”, la estrategia del macrismo que prometía integrar los planes de tecnología en educación, para avanzar añadiendo programación y robótica en conjunto con equipos de última generación para los establecimientos. Pero, ¿cuál era la realidad tras esta cortina de humo?


La década ganada del kirchnerismo le dio al país muchas políticas de inclusión que ayudaron no sólo al desarrollo del mismo, sino, a que los que menos tienen puedan acceder a las mismas oportunidades de los más pudientes. “Primaria Digital” era el primer paso a que los alumnos de primaria tengan un acercamiento a la tecnología: dependiendo de la matrícula, los establecimientos recibían una o dos Aula Digital Móvil(ADM) totalmente equipada. Por lo general el equipamiento constaba de 30 netbooks con enchufes dentro del ADM para cargarlas, una computadora que era el servidor pedagógico para gestionar las netbooks y bloquearlas en caso de robo, un router LAN para el trabajo en red, una impresora, un proyector, un pendrive, una pizarra digital en la cual tanto los maestros como los alumnos tenían el contacto más cercano con la tecnología, ya que, esta pizarra funcionaba conectada a cualquier netbook y a través de ella podían escribir, dibujar e incluso realizar distintos trabajos y juegos para hacer que el aprendizaje sea más dinámico y entretenido para los alumnos, y una zapatilla para enchufar estos periféricos varios.

Mientras tanto, las escuelas secundarias, las escuelas especiales y los Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD) contaban con el conocido Conectar Igualdad. En las escuelas e institutos se instalaba un piso tecnológico que funcionaba para el trabajo en red, el desbloqueo y entrega de certificados de las netbooks. Estas netbooks eran entregadas por comodato a los alumnos de todas las escuelas estatales y los ISFD, quienes firmaban con la responsabilidad de recibir este equipamiento en préstamo, con garantía ante cualquier tipo de rotura, para que al terminar el secundario este sea totalmente suyo de manera gratuita. Por otro lado, los docentes recibían el equipamiento en préstamo con la firma del comodato, pero estos debían devolver el mismo al establecimiento al jubilarse.

Sin dudas, Conectar Igualdad fue uno de los grandes avances en políticas de inclusión. Todos los alumnos, desde Ushuaia a La Quiaca, recibían lo que sería su primer computadora de manera totalmente gratuita, pudiendo así aprender y compartir con sus familias sus computadoras para todo tipo de uso, ya que eran portátiles.

Este programa que comenzó en el año 2010, entregó más de 5 millones de netbooks e instaló más de 11.000 pisos tecnológicos en distintas escuelas a lo largo del país hasta el año 2015, achicando las brechas entre las distintas clases sociales y abriendo, también, el paso a que muchos de estos alumnos se interesen por la tecnología.

Claro está que el equipamiento sin ningún tipo de capacitación era totalmente inútil, por lo cual cada escuela contaba con EMATP (Encargado de Medios de Apoyo Técnico y Pedagógico) en las secundarias orientadas y AR (Administradores de Red) en las escuelas técnicas. Tanto los EMATP como los AR eran docentes (o en el caso de algunos AR, alumnos recibidos de esas mismas escuelas técnicas) y recibían constantes capacitaciones no sólo para el desbloqueo y las cuestiones técnicas, sino para acompañar a los establecimientos en los distintos proyectos que se puedan llevar a cabo con el equipamiento disponible. 

Al unísono, los programas Primaria Digital y Conectar Igualdad contaban con referentes técnicos, los cuales trabajaban en los equipos de las distintas regiones. Estos eran los encargados de verificar los problemas técnicos de primera mano e intentar solucionarlos para evitar el envío del equipamiento a servicio técnico, y al mismo tiempo brindaban acompañamiento y capacitaciones a las escuelas con el fin de ayudar a la inclusión de la tecnología dentro de las aulas.

Estos programas funcionaban de manera óptima teniendo en cuenta las muchas limitaciones que podrían llegar a tener, como la carga de matrícula de alumnos dentro de la página para la entrega, la cual se saturaba de sobremanera ya que era avisada con poca anticipación; o los equipamientos con fallas que iban a servicio técnico y tardaban más de un año en volver, o nunca volvían porque se perdían. Todo esto hasta el año 2015, año en el cual todos los establecimientos del país recibieron los equipamientos para los alumnos y docentes.


Cambiemos

Desde el año 2016 y con la llegada de Cambiemos al poder, estas cosas cambiaron de sobre manera. Luego de 6 años, el programa Conectar Igualdad dejaba de estar a cargo de ANSES y pasaba a depender del Ministerio de Educación y Deportes por decreto presidencial 1239/2016. Algo que trajo muchos problemas, ya que, la migración de datos desde ANSES al Ministerio de Educación de los más de 5 millones de alumnos y docentes que habían recibido el equipamiento, no solo retrasó la carga de nuevos alumnos, sino que, también, ocasionó la pérdida de datos de muchos que tenían máquinas para ser enviadas a servicio técnico o máquinas que ya resultaban irrecuperables. El resultado fue más que claro: la carga de matrícula fue muchísimo menor a la de 2015 y, de esa carga realizada, menos del 20% recibió su netbook.


Decreto 1239/2016


El año 2017 fue muy particular en este sentido. Se agregó un nuevo plan que funcionaría como prueba piloto: Escuelas del Futuro (EdF). Este estaba destinado a distintas escuelas alrededor del país, las cuales serían sorteadas para recibir capacitaciones en idiomas a distancia, equipamiento de programación o robótica, un nuevo piso tecnológico de última generación e internet para la escuela, acompañado de capacitaciones para realizar proyectos para compartir con la región. 

Las particularidades comenzaron desde el momento cero: la mayoría de estas escuelas sorteadas eran, casualmente, las de mejor infraestructura y estaban ubicadas en lugares cercanos a los centros de las distintas ciudades, lo cual facilitaba mucho las cosas para llevarlo a cabo de manera óptima, cosa que en realidad sucedió en muy pocos casos.

EdF le trajo nuevos problemas a las escuelas, ya que, no estaban capacitadas para recibir el equipamiento de robótica o programación, o en muchos casos lo rechazaban porque, por un lado, tenía muy poco sentido insertar estos equipamientos sin ofrecer las alternativas a los planes de estudio, y, por otro, tampoco estaban exentas de problemas de inseguridad y la llegada de drones, robots o aparatos de teleconferencia, incrementaría estos hechos, que dejaban destrucción de la cual el estado no se haría cargo.

Las que fueron sorteadas con las capacitaciones a distancia, fueron las que nunca recibieron nada, ya que, era necesario un internet que nunca llegaba, pisos tecnológicos que para fines de 2018 aún no estaban instalados y, en caso de llegar, o nunca les eran creados los usuarios a los alumnos en los distintos classroom o no contaban con las netbooks para llevar adelante las capacitaciones.

Casualmente, a fines de 2017 sólo las escuelas que se encontraban dentro de EdF recibieron la entrega de netbooks, aunque la realidad fue que ante la migración de datos para la optimización de la página en la carga de alumnos, derivó en que muchos de estos se queden sin su netbook.

En el año 2018 se suponía que todas las escuelas que no habían recibido equipamiento desde 2015 recibirían todo junto, lo cual generó una falsa ilusión a docentes y alumnos, ya que, ese año fue cerrado el programa Conectar Igualdad, dando paso al no tan amigable “Aprender Conectados”. Por su parte, Primaria Digital comenzaría siendo parte del conjunto de programas abordados por Aprender Conectados, para luego quedar en el olvido debido a que el servicio técnico no llegaba y, en muchos de los casos, el equipamiento quedó obsoleto, porque en muchos casos era el entregado en los años 2010/2011.

“Aprender Conectados es una política integral de innovación educativa, que busca garantizar la alfabetización digital para el aprendizaje de competencias y saberes necesarios para la integración en la cultura digital y la sociedad del futuro.” Una carta de presentación que suena muy bien pero que escondía una premisa bastante simple: el fin de las entregas uno a uno, es decir, no habría más máquinas para los alumnos y el equipamiento sería entregado a las escuelas. Este equipamiento, que prometía ser de última generación, contaba con un ADM similar a los de primaria pero con la particularidad de que en vez de recibir periféricos como la pizarra o el proyector, recibirían robots, drones o equipamiento para desarrollar la programación.

Estos ADM eran sólo uno por escuela con matrícula menor a 1000 alumnos, mientras que si superaban este número serían dos ADM. 30 netbooks para 900 alumnos dejaban en claro que lo que menos se buscaba era la igualdad.

Los problemas no eran solo técnicos, ya que, si bien algunos de los empleados que trabajaron en los distintos programas habían obtenido la planta permanente en el 2015, los cambios de funcionarios dentro de este mismo gobierno ocasionaron que miles de empleados desde el 2015 hasta el 2018 trabajen con contratos basura, desarmando los equipos de las distintas regiones sin dar explicaciones ya que no se los despedía sino que no se les renovaba el contrato, mientras que los que seguían trabajando eran enviados a realizar tareas para los cuales no estaban contratados. Revisión de pisos tecnológicos y cambios de equipamientos en las alturas, sin contar con A.R.T., eran sólo una de las tareas a realizar.

Apurar las cargas de matrículas para terminarlas antes de fin de año para recibir un equipamiento que nunca llegaba hacía que estos generen desconfianza ante los directivos, maestros y alumnos de los establecimientos. Esto estaba acompañado al hecho de que los trabajadores debían ser monotributistas y debían facturar a distintos organismos del estado, cobrando sueldos por debajo de la inflación que se incrementaba año a año y siendo obligatorio el tener el monotributo al día para poder renovar los contratos. 

La presentación de facturas era un caos ya que había fechas estimativas de cobro que siempre se retrasaban, por lo cual no contaban con un sueldo fijo mensual sino que cobraban cuando las facturas sean aprobadas; no debía haber ningún error así sea mínimo ya que sino no se cobraba y debían anularse las facturas realizadas para volver a enviarlas retrasando aún más las fechas de cobro. Facturar en enero y cobrar en mayo era la lamentable moneda corriente de los ahora llamados “Facilitadores en Educación Digital”, dificultando demasiado el tener el monotributo al día.

Lo único que generaba esto es que los trabajadores reclamen, llegando a hacer paro de sus actividades por la falta de cobro. Esto facilitaba las cosas para la desmantelación del programa, ya que, al no trabajar rompían el contrato firmado, por lo cual este era dado de baja y el facilitador era despedido sin goce de ningún tipo de liquidación extra. La precarización laboral por parte del estado era demasiado grande como para resistir.

Tras este tipo de acciones, equipos que comenzaban con 30 personas terminaban con menos de la mitad, aumentando así la cantidad de escuelas para cada uno de los facilitadores y generando que muchas de las escuelas reciban solo una o dos visitas por año, siendo que la llegada de EdF o Aprender Conectados hacía que estas escuelas sean prioridad. 

En simples palabras: cobrabas cuando ellos querían, facturabas para quien a ellos les convenía y hacías lo que ellos te piden, y todo esto bajo la constante frase de “hay que cuidar el laburo porque estamos complicados”. Frase que bajaba de gente acomodada en puestos superiores, que les eran funcionales a este estado de miseria, hambre y desigualdad.

Sin dudas, el gobierno de Cambiemos se llevó muchas cosas que complicaron la vida de todos. La educación no quedó afuera de esto, ya que el desmantelamiento de Conectar Igualdad no sólo derivó en una cadena de despidos de miles de trabajadores, sino que dejó a las escuelas del país a la deriva sin más opciones que volver al pizarrón y los libros, perjudicando a los que tenemos “la desgracia de caer en la escuela pública”.


* Periodismo Deportivo, columnista en "No Se Mancha" y "Columna Vertebral" (ambos en Radio Estación Sur - FM 91,7), redactor en Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.

Bibliografía:
https://www.argentina.gob.ar/educacion/aprender-conectados
https://www.minutouno.com/notas/1451407-conectar-igualdad-llego-todo-el-pais-se-entregaron-mas-53150000-notebooks
https://www.lacapital.com.ar/educacion/conectar-igualdad-un-plan-frenado-y-convertido-virtual-chatarra-n1263395.html
https://www.tiempoar.com.ar/nota/adios-al-programa-conectar-igualdad-800-mil-chicos-se-quedaron-sin-netbooks
https://www.letrap.com.ar/nota/2018-5-6-10-59-0-antes-de-cerrar-el-programa-macri-ajusto-un-55-el-reparto-de-netbooks

¿Quién legitima nuestra identidad?

¿Quién legitima nuestra identidad?

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

Por Maia Cubric

En octubre, la ciudad de La Plata, será la sede del 34º Encuentro de mujeres y disidencias. Pese a estar a poco más de un mes de su realización, el debate transversal aún no está saldado. Por un lado, están quienes sostienen que el Encuentro debe seguir solapado al concepto de nacionalidad. Por el otro, quienes pretenden incluir a las diversas plurinacionalidades que conforman nuestro territorio. Esa, es la brecha.


Para los seres humanos, pocas cosas nos son tan intrínsecas como la identidad. Esta pequeña palabra, que para cada persona esconde un mundo y una caracterización del mismo, es constituyente de nuestra propia sustancia. La identidad no es sólo un nombre para manejarnos en la sociedad. La identidad son todas las características y creencias que nos atraviesan y nos conforman tal cual somos ¿Cómo llevar a cabo, entonces, un encuentro que se embandera de lucha, aislado del reconocimiento o derecho a la identidad de las personas que lo conforman? En palabras de la fundadora y referente de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, Moira Millán: “Cuando nosotras, desde el Movimiento de Mujeres Indígenas, hablamos de la plurinacionalidad de los territorios nos referimos a que es transversal, como Pueblos Indígenas no tenemos ningún tipo de derecho a la vida en plenitud de nuestra identidad.”

A pesar de parecer arcaica o involucionada, esta discusión es la que se da sábado tras sábado en las reuniones de comisión o plenarias. Parece que la disputa por liderar este evento supera por mucho la convicción de construir realmente desde una perspectiva feminista. Entonces, quienes se plantean como nacionales, la comisión organizadora del Encuentro, se proclaman en contra de modificar el nombre del mismo. Pretenden que un evento de esta masividad, y en movimiento constante (porque el feminismo se está construyendo y deconstruyendo todo el tiempo) sea hermético y se estanque en el concepto Nación.

Estas mezquindades que presentan diversos partidos y organizaciones, son la prueba de que sólo buscan hegemonizar y perpetuarse como la palabra legítima de la organización. Pero hay una mala noticia para estos sectores: los feminismos no son una sola cosa, no se expresan en su totalidad y de una sola forma, y si hay algo que aprendió con el paso de los años, es que luchando se derriban las barreras de exclusión y violencia que sufrimos las mujeres y disidencias desde hace siglos. 

Ser parte de una sociedad colonizada nos exige reivindicar la lucha de los pueblos originarios por el reconocimiento, aún con más vehemencia. Y en materia feminismos, nos obliga a ejercer la sororidad con nuestres pares. Tanto es así, que la modificación del nombre de este evento, trae consigo la inclusión de quienes históricamente han sido marginades. Es preciso entonces, entender al lenguaje, a las palabras, como claves en la concepción y la construcción de nuestra sociedad. Porque lo que no se nombra no existe y la plurinacionalidad y los géneros no binarios son un hecho que ya no se puede tapar. Una de las referentes del movimiento #SomosPlurinacionales, Julia Varela ,especificó al respecto que “para poder ser permeable a las discusiones que los feminismos nos estamos dando, tienen que poder cambiar su identidad. Porque no es solamente cambiar el nombre, sino cambiar la identidad general del Encuentro…” “..Al mismo tiempo, proponen incluir a los pueblos originarios reconociendo que Argentina tiene una historia preexistente, donde hay más de 36 naciones que fueron invisibilizadas por la occidentalización y el genocidio. Nos tenemos que reconocer plurinacionales”.

Estamos hablando de un Encuentro que se construye en colectivo y del cual el feminismo es el pilar principal. Cuando situamos esta discusión en el 2019, todo parece una contradicción. Como se señalaba anteriormente, los feminismos no son algo absoluto o tangible: representan un posicionamiento y una manera de ver la sociedad y el mundo. Revisar cuál feminismo nos representan y en cuál se enmarcará este fenómeno, es nuestra tarea. Y está claro que un feminismo eurocéntrico, blanco y clasista, es el que hay que romper para que este Encuentro avance. De mínima, porque es ilógico que quienes se proclamen a favor de los derechos de las mujeres y las disidencias, no reconozcan ni su historia ni su origen a un considerable sector participante del Encuentro.

En un país con 38 pueblos preexistentes al estado nacional argentino, reducir la multiculturalidad al término nación no es más que un capricho interesado por parte de quienes lo avalan. Y siendo este evento una organización que determina sus acciones a través del consenso, la discusión atrasa la organización. Teniendo en cuenta la masiva participación de mujeres el año pasado en Trelew (aproximadamente 50 mil), es de esperar que La Plata sea una sede que explote estos 12, 13 y 14 de octubre. Por esto, debatir temas organizativos debería ser el eje central y no esta disputa por un nombre que como sociedad deberíamos tener saldada.

Si las mujeres y los géneros no binarios, históricamente hemos sido relegades y castigades por esta sociedad patriarcal-capitalista ¿Qué les queda a les que además su cultura fue y sigue siendo devastada? El caso de Milagro Sala es el mejor ejemplo de lo que simboliza ser una mujer dirigente, pobre y originaria. Que esté presa, denota el peligro que representa para el orden de lo preestablecido, de lo legítimo. Que no todas las organizaciones se embanderen por esta lucha, demuestra la exclusión hacia los pueblos originarios, que hoy se hace carne en el debate del Encuentro.

Que los pueblos originarios sigan excluidos, no es una cuestión de días. De hecho, si todavía existen, es por una resistencia de la que el feminismo tiene mucho que aprender. No nos olvidemos que estos pueblos resistieron a siglos de masacres y hoy resisten, no sólo a la expropiación de sus territorios, sino también a la desvalorización, invisibilización y estigmatización de una parte de la sociedad.

Existe un legado cultural impuesto que reproduce ideas que deslegitiman a las culturas preexistentes y en las que sólo se reconocen como válidas a las eurocéntricas. José Martí, resumía esta disputa en pocas palabras: “No hay batalla entre civilización o barbarie, sino entre falsa erudición y naturaleza”.

Como luchadoras, en el sur de un continente que por siglos fue y sigue siendo saqueado y del cual quisieron borrar cualquier expresión cultural que confronte con lo blanco, masculino, rico y eurocéntrico, ser plurinacionales es un acto revolucionario


* Periodista, columnista del programa No Se Mancha (Radio Estación Sur – FM 91.7), responsable de la sección DDHH de Revista Trinchera y colaboradora de Agencia Timón.
Es hora de un cambio de raíz

Es hora de un cambio de raíz

TIEMPO DE LECTURA: 5 min.

No es nuevo que les trabajadores de la provincia de Chubut estén en conflicto con el gobernador de la provincia Mariano Arcioni. En reiteradas oportunidades les estatales tuvieron que realizar medidas de lucha ante los manoseos del gobernador. Múltiples aristas para un problema que se reitera.

El recientemente electo Gobernador de la provincia de Chubut, Mariano Arcioni, llegó a ese puesto ante el fallecimiento de su mentor político y anterior gobernador Mario Das Neves. Arcioni parece haber llevado adelante su campaña electoral en base a la mentira y el engaño a les trabajadores, fundamentalmente los estatales.

Desde la firma de los acuerdos paritarios a principios de año, que llegaron en el caso de los estatales al 45%, los problemas con los pagos han venido incrmentándose hasta llegar al punto actual en que los salarios no sólo no se pagan a término, sino que se depositan en cuotas.

El clima de descontento fue creciendo y la lucha de los gremios asumiendo mayores niveles de confrontación, con el objetivo de que se garantice el cumplimiento de lo acordado con el gobierno en vísperas de las elecciones provinciales. Las medidas incluyeron cada vez más acampes y cortes de ruta, a pesar del crudo invierno. Los cortes de llevaron a cabo incluso en el camino a las explotaciones petroleras. Esta semana, uno de estos cortes terminó en la represión de grupos para-gubernamentales contra les docentes, que cortaban el cruce de las rutas 3 y 26. La agresión fue perpetrada por gente que responde a Jorge “Loma” Ávila, secretario general de Petroleros Privados, que había anunciado horas antes: “Si no nos dejan pasar a los yacimientos, les vamos a pasar por arriba”. Ávila, además es funcionario del gobierno ya que preside la empresa de componentes estatales Petrominera.

Este hecho derivó en una masiva movilización en la capital provincial tanto de estatales como de otros gremios que se solidarizaron.

Pero al parecer no todo es lo que parece en la provincia patagónica. Recientemente el secretario de prensa del SITRAJUCH, José Luis Ronconi afirmó a este medio que “Ha habido muchos años de desmanejo. Desde que empezó el conflicto el año pasado, entendíamos que detrás de la puesta en crisis de la provincia está la intención de seguir lo que Naomi Klein (periodista canadiense) llamó “Doctrina de Shock”. Tratar de disciplinar a la población, cuando, colocada en una situación de crisis acepte políticas que en condiciones normales nunca se aceptarían[1].

Es sabido que un sector considerable de los “políticos profesionales” chubutenses son grandes lobbistas de la implementación de la Megaminería o Minería a Cielo Abierto, una práctica contra la que el pueblo chubutense se paró de manos durante muchos años expresándolo incluso en las urnas ante una consulta popular convocada por el gobierno. Esas luchas evitaron que esta forma de saqueo se implemente en la provincia, evitando las terribles consecuencias socioambientales que acarrearía.

Según el gremialista, esta situación viene de más de una década de endeudamiento sistemático del estado provincial para financiar al Estado. Situación que traería como corolario el argumento de que para revertir ese problema, la solución sería el saqueo minero. Según afirma Ronconi, una de las soluciones al financiamiento estatal sería poner en práctica algo similar a lo realizado por Evo Morales en el Estado Plurinacional de Bolivia, donde el Estado pasó a quedarse con el 80% de las regalías de los hidrocarburos y eso no significó que las empresas extranjeras se fueran del país.


En el mismo sentido, el Secretario General de ATECh Reg Oeste (gremio docente) Martín Pena, señaló que “la provincia solamente se encarga de cobrar regalías, pagar algunos sueldos (como puede y a los ponchazos) y pagan la deuda, el resto está todo colapsado”. Hay que tener en cuenta que Chubut tiene una población relativamente pequeña (poco más de medio millón de habitantes) y que un gran porcentaje son empleados estatales que terminan de dar vida a la economía de la provincia. Para tener una idea del desbarajuste, el gobierno de Arcioni debe a la obra social provincial $1.500 millones de pesos y no se están realizando los aportes patronales.

“A nuestro entender, esta es una Crisis de Diseño (llevado a este punto a nivel nacional y provincial). Si en la crisis perdieran todos, no habría más crisis. En las crisis siempre perdemos los mismos: los trabajadores. Los grandes grupos económicos se van forrados de plata”, señaló

Pero como siempre sucede, les trabajadores no son parte del problema, sino de la solución. Por más estigmatización que se pretenda hacer, el Movimiento Obrero Organizado sigue aportando ideas y poniendo el cuerpo para sacar a la provincia adelante. Chubut es ejemplo de ello con la Mesa de Unidad Sindical (conformada hace más de 2 años y que tiene dentro a casi la totalidad de los gremios estatales), que recientemente planteó un proyecto de ley de Emergencia Tributaria para que Benetton, Aluar, alguna petroleras multinacionales, las grandes pesqueras, (los que se la llevan en pala) tributen para generar un ingreso extra a la provincia para paliar la situación hasta tanto se pueda modificar el esquema tributario provincial.

Párrafo aparte las desafortunadas declaraciones públicas realizadas por sectores de la “izquierda troskista” que pretendió deslegitimar el paro nacional de CTERA en solidaridad con la brutal represión que padecieron les trabajadores docentes en Chubut, bajo el argumento de que es contradictorio porque algunes referentes gremiales apoyan al Frente de Todos y Arcioni pertenece a ese armado político. Como si las prácticas del gobernador chubutense debieran tener como consecuencia que el gremio deba dejar de apoyar al frente electoral. Una bajeza digna de la mezquindad extraterrestre que les caracteriza.[2]

Como se puede observar, el problema que existe hoy en Chubut, pero que paulatinamente se empieza a vislumbrar en otras provincias patagónicas como Neuquén y Río Negro, no es ni nuevo ni sencillo de resolver. Ningún parche va a funcionar y la esperanza generada por el Frente de Todos a nivel nacional no alcanza para darle de comer a las personas.

Sin lugar a dudas lo que se requiere en todo el país, es dar un giro de 180 grados y que no sean les trabajadores quienes paguen las consecuencias de gobierno neoliberales. Las lógicas del sistema capitalista, es saqueo y la depredación de las multinacionales y de un empresariado nacional adicto al vil metal, no hacen más que dar fundamentos para sostener que está todo patas arriba y que hay que enderezarlo.

Bajo la lógica de “el mercado” se llegó hasta este punto. Si realmente se pretende un futuro digno, con justicia social, independencia económica y soberanía nacional, es hora de un cambio de raíz.


Bibliografía:
[1] https://revistatrinchera.com/2019/08/30/jose-luis-ronconi-creo-que-hay-que-poner-en-discusion-con-toda-la-sociedad-el-tema-de-la-renta/
[2] http://www.laizquierdadiario.com/Chubut-y-organizaciones-sociales-hay-fuerza-para-enfrentar-el-ajuste

La vuelta del “Cepo”

La vuelta del “Cepo”

TIEMPO DE LECTURA: 4 min.

Por Nasim Iusef Venturini*

El domingo 1 de septiembre quedará como otro hito en el descalabro económico perpetrado por la Alianza Cambiemos desde que asumieron la gestión.

Ese día, minutos antes que comience el clásico entre River y Boca, el reciente Ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, anunció la imposición de controles para la compra de dólares, o lo que burdamente ha llamado la prensa hoy oficialista: “CEPO”.

Y volvió el cepo… Medida tardía, mal implementada, que no termina de resolver la sangría de dólares que estamos atravesando producto de las políticas económicas que favorecen la timba y hunden a la industria.

La economía argentina demanda más dólares de los que dispone. Eso devela que tenemos una economía bimonetaria, de ahí que el cepo es un instrumento de política económica para favorecer el crecimiento y el desarrollo, si es implementado de forma adecuada, permitiendo la disponibilidad de divisas para la importación de insumos de la industria y limitando la demanda especulativa.


Un país genera dólares a partir de exportar más de lo que importa o pidiendo prestado, es decir prometiendo que después los generará y los devolverá.

La demanda dólares en nuestro país es para realizar importaciones por parte de la industria, por consumo de cosas importadas, para atesoramiento, para gastar en el exterior o para devolver los que pedimos anteriormente.

El ingreso de dólares se a través de la industria bajo la Inversión Extranjera Directa, o ingresan al mercado financiero para aprovechar las rentabilidades del mercado -que no necesariamente tienen que ser una estafa al pueblo-, o ingresan producto del endeudamiento externo, engordando las reservas del Banco Central.

Por lo tanto se puede decir que el modelo de endeudamiento desaforado que promovió el macrismo, es el que a 3 años y medio de haber accedido al mercado internacional de capitales (que estaba vedado por el conflicto con los fondos buitres), llevó al país a una situación de default selectivo, donde todavía no está claro que bonos serán reperfilados y cuáles no.


Infografía: crisis financiera – septiembre 2019

Entre abril de 2016 a febrero del 2018, el gobierno de Macri tomó deuda en los mercados internacionales por un total de aproximadamente 100 mil millones de dólares. En junio del año pasado concretó el préstamo con el FMI por un total de 50 mil millones de dólares que en agosto -del mismo año- tuvo que ampliarse 7 mil millones más por no cumplir las condiciones establecidas. En ningún momento de este plan de miseria planificada se detallaba cómo se iban a conseguir los dólares que se pidieron prestados.

El impacto de las políticas de liberalización económica y libre importación, que fueron vendidas por el macrismo como la forma de que Argentina vuelva al mundo, no hicieron más que reventar el entramado industrial, impactando severamente sobre la capacidad de generar empleo de la economía (fundamentalmente PyMEs), profundizando la caída del consumo, sin obtener resultados en materia inflacionaria y de reducción del gasto público, que era lo que supuestamente venía a hacer el macrismo.

Hace pocos días el INDEC publicó el IPIM [1] (Índice de Producción Industrial Manufacturera) para el mes de julio. La realidad superó la ficción de la prensa adicta y mostró una caída interanual de la actividad industrial manufacturera del 8.4%, es decir que todas las políticas del macrismo sólo generaron destrucción del entramado social e industrial.

A su vez, el Índice Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) [2] mostró una caída interanual del 8.3% en julio, cuando cayó un 1.7% en el mes y 11.8% en el mes de junio, mostrando un retroceso formidable en las actividades que generan trabajo en los sectores populares.

En la semana debut del cepo, el valor de la divisa se pudo mantener a costa de que el Banco Central siga rifando divisas. Durante agosto, las reservas aceleraron su caída llegando a los U$S 14.614 millones de dólares. Sigue avanzando el plan de miseria planificada, y lo único que el macrismo deja al pueblo argentino en tres años de su ruinosa gestión es un endeudamiento descomunal con mucho olor a estafa.

De pueblo argentino depende que juzgar a los responsables de hundir la economía argentina, haciendo fabulosos negociados, jugando con el hambre y la desesperación de les argentines. Porque si hay algo que se sabe -y bien por estas tierras- es que cuando los mercados están contentos se doblega a nuestro pueblo a mandatos foráneos y se coarta la posibilidad de realizar políticas soberanas que permitan generar trabajo, derechos y dignidad para el pueblo.


* Lic en Economía, integrante del colectivo "Economía a pata", Co-conductor de “Promocionando la Salud” (Radio Futura - FM 90.5), Redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Trinchera.

Bibliografía:
[1]https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipi_manufacturero_09_1963DFEFFF26.pdf
[2]https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/isac_09_19063CD261D4.pdf

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