
Dialogamos con la Secretaria Adjunta de SADOP Santa Fe y diputada por el Frente de Todos, Patricia Mounier, donde analizamos la posible composición del Congreso de la Nación 2020, las reivindicaciones gremiales, de mujeres y disidencias, y las recientes agresiones de parte del presidente Mauricio Macri a diferentes sindicalistas argentinos.
Tu ingreso al congreso se da después de que Alejandra asuma como vicegobernadora de la provincia, lo cual tiene un doble valor no sólo porque es mujer por mujer, sino que además aportas a la lista de compañeras sindicalistas.
Vamos a participar de ese espacio de dirigentes gremiales en el congreso nacional, lamentablemente, que no son muchos. Justamente la idea es ir en representación del movimiento obrero en general y de las mujeres en especial, teniendo en cuenta todas las luchas que venimos llevando las mujeres desde hace unos años. El feminismo también llega a los gremios (para quedarse), así que desde esos espacios vamos a trabajar.
Alejandra Rodenas va a asumir como vicegobernación de nuestra provincia luego de haber ganado con la fórmula de Omar Perotti en junio pasado, y a mí me toca reemplazar en los próximos dos años.
El bloque es el Frente de Todos
Hubo unidad del peronismo en la provincia de Santa Fe y ganamos las elecciones en junio. Y en 2017 fui candidata de la lista de Agustín Rossi por el Frente Para la Victoria y la lista de Unidad Ciudadana que fue la primera con paridad entre hombres y mujeres e integrada por todos militantes del kirchnerismo. Después de las PASO quedé cuarta y no alcanzó para entrar en ese momento, pero ahora si se da la oportunidad de ingresar al congreso.

Estuvimos viendo que en las listas del Frente de Todos la participación del Movimiento Obrero Organizado no tuvieron el volumen que se podía esperar ¿Cómo lo están analizando desde el bloque de legisladores y legisladoras vinculadas al MO?
En el caso de la Provincia de Santa Fe hay dos compañeros del Movimiento Obrero, Jorge Gómez (Secretario General de ATE) y Natalia Ocampo (Asociación Bancaria) que son candidatos. Obviamente que hay que hacer un esfuerzo grande para que puedan ingresar porque están en 4to y 5to lugar.
Obviamente siempre hay la expectativa de que en los primeros lugares estén representantes del movimiento obrero. En la provincia desde hace dos años que venimos con una experiencia muy importante que se llama MOS (Movimiento Obrero Santafecino) que agrupa toda la CGT de la provincia (las 5 regionales) y a las CTA´s. Es un proyecto de unidad muy interesante e importante que hemos asumido, porque más allá de las diferencias que pueda haber entre las distintas centrales obreras e incluso entre los mismos gremios, acá hay un enemigo en común que es el macrismo.
El gobierno nacional lo único que ha hecho es quitar derechos a los trabajadores. En el 2017, recuerdo que con Agustín Rossi, decíamos en campaña que sentíamos que Macri tenía un profundo desprecio por los trabajadores. Y cuando empezábamos a decir eso parecía una afirmación bastante fuerte, pero no tenemos dudas de que es así. La reforma previsional marcó esa cuestión de pérdida de derechos, fundamentalmente de las mujeres (que pierden el derecho a jubilarse con la moratoria previsional).
Lo que no pudieron lograr en la legislación con una reforma laboral lo están aplicando de hecho. Los mismos empresarios están pidiendo despedir sin indemnización, poder despedir y tomar gente como a ellos se les antoje. La precarización y la flexibilización laboral se han dado de hecho. Entonces las mujeres son las principales perjudicadas porque son las que están dentro del trabajo informal, son las más precarizadas, las más flexibilizadas y obviamente son las que tienen menores ingresos.
Por lo tanto nos parece que desde el MO es importante que lleguemos los dirigentes al congreso nacional. Es cierto también que la mayoría de las veces han llegado dirigentes gremiales varones. Habemos pocos casos de dirigentes mujeres. En su momento llegó Mari Sánchez, Marta Mafei (de CTERA) y alguna que otra compañera más. Hoy está disputando un lugar Claudia Ormachea de la bancaria y algunas compañeras más de las distintas legislaturas provinciales y demás.
Nos parece que lleva la agenda el reclamo de los trabajadores es absolutamente necesario en estos momentos es que estamos pasándola tan mal, porque los trabajadores son los primeros afectados por el ajuste. No llegan a fin de mes, no pueden pagar tarifas, las paritarias -algunas- han sido mejores que otras pero con el proceso inflacionario no hay paritaria que haya podido recuperar el poder adquisitivo del salario.
Hablabas particularmente del feminismo y no todas las voces femeninas que hay en las cámaras son feministas. Decías que desde el Movimiento Obrero, mayormente son los hombres los que han participado de los espacios políticos, no así las mujeres. El cupo sindical forzó a la estructura a dejar un espacio que era muy difícil de intervenir. Más allá de las cosas que venís mencionando¿qué podés plantear respecto a la agenda feminista sindical?
Nosotros estamos planteando la situación de las mujeres trabajadoras. Es cierto que el cupo sindical permitió a las mujeres el ingreso a distintos espacios sindicales pero nos sigue resultando muy difícil romper un techo de cristal en los gremios que es llegar a los lugares de decisión. Históricamente a las mujeres no han designado los lugares de la secretaría de la mujer, la de acción social, la de turismo. Lugares que tienen que ver con el cuidado y el trabajo no remunerado que nosotras hacemos en nuestros hogares.
En la agenda nosotras tenemos que poner la situación de las trabajadoras. De las registradas y las no registradas. Las trabajadoras que hacen trabajos informales, de las trabajadoras precarizadas, que son las primeras despedidas. El caso más claro que estamos viendo ahora es con el cierre de la fábrica Mielcita, más del 80% son trabajadoras mujeres. Parecería que para los empresarios es más fácil despedir mujeres que varones. Esto hay que ponerlo en agenda.
Hay que plantear seriamente un proyecto serio para terminar o por lo menos avanzar en la eliminación de la brecha salarial. El proyecto de Macri es simplemente decir que por igual trabajo igual remuneración, eso lo dice la ley de convenio de trabajo. Necesitamos mucho más que eso y así, políticas públicas claras que le permitan a la mujer acceder a mejores puestos de trabajo, y en esto es necesario también que el estado se haga cargo del sistema de cuidado: yo no puedo tener uno o dos trabajos si no tengo quién me cuide a mis hijos, los adultos mayores de mi familia y demás.
Hay un proyecto muy interesante que presentó Carlos Tomada en la legislatura porteña en la que habla de aunar criterios entre el Estado y los organismos privados de manera tal de que la mujer pueda acceder a esos sistemas de cuidados -que deberían ser gratuitos- para que pueda acceder a un trabajo.
Teniendo en cuenta que más del 80% de los hogares monoparentales son de jefatura femenina, es un hecho que hay que tener en cuenta, sino es muy difícil que la mujer pueda acceder a lugares de trabajo -fundamentalmente- registrado. Es decir, que pueda tener acceso a un salario, a vacaciones, a aguinaldo, a obra social, a aportes jubilatorios y demás. Hoy la mujer se ve imposibilitada en muchos casos a ese tipo de situaciones y eso es lo que efectivamente hay que empezar a trabajar.
En líneas generales nosotros no estamos yendo por el cupo sino por la paridad aunque en muchos gremios todavía falta cumplir con el cupo, nosotras queremos avanzar un poco más, no solamente en los espacios políticos, sino también en los gremiales e ir por la paridad que ya está a nivel nacional pero que en las provincias se están negando. Sólo 14 provincias en todo el país tienen ley de paridad y lamentablemente la provincia de Santa Fe todavía no la tiene aunque algunos concejos deliberantes sí.
Vamos por ese lado porque es la única forma de que podamos participar, porque por más que las mujeres estemos en las listas, lamentablemente, quienes siguen definiendo nuestros lugares son los varones. Incluso cuando las mujeres están en primer lugar. La mesa chica de los espacios políticos, gremiales, o de las organizaciones sociales, siguen siendo de varones y ahí es donde se sigue decidiendo –lamentablemente- el lugar de la mujer. Lo que queremos es participar en la toma de esas decisiones.
El problema de no tener mujeres en esos espacios es que no hay agenda femenina. Si hay mujeres, hay agenda femenina, si hay mujeres hay reclamos que tienen que ver con el género. Si el gremio es solamente de varones los reclamos van a ser en general para todos pero no va a haber un reclamo especial o particular que tenga que ver con el género, así que por ese camino vamos.
Tiene que ver con lo que decís, el cuidado parental en todos los niveles, tanto en las trabajadoras informales como en las formales, entonces al momento de definir en los espacios de formalidad las mujeres tampoco pueden estar porque están cumpliendo trabajos parentales.
Incluso por la misma situación económica. Lo veo en la situación de los docentes. Hasta hace un tiempo, a lo mejor, con un solo cargo o trabajo le alcanzaba. Hoy es impresionante la cantidad de docentes que están buscando ampliar u otro cargo u horas cátedras para poder engrosar el salario que cada vez alcanza menos.
Para poder hacer eso alguien se tiene que ocupar de estas cuestiones (cuidados parentales). Cuando hablamos de las licencia por maternidad, por paternidad y demás, se sigue insistiendo en una licencia por paternidad para que “colabore”, para que “ayude” a la flamante madre, y en realidad lo que estamos planteando es una situación de igualdad en la responsabilidad de la conducción y del manejo del hogar.
La mujer se ve muchas veces imposibilitada. En la actividad política y gremial también pasa esto. Siempre recomiendo la lectura del libro “la marea sindical” de la queridísima Tali Goldman donde plantea claramente la situación de muchas compañeras sindicalistas que hasta se ven imposibilitadas de militar en el gremio porque las reuniones son de noche, porque las reuniones son en momentos donde una tiene que estar en el hogar o llevando o trayendo a un niño de la escuela. Todas esas son trabas que se le van poniendo en el camino a la mujer y que hacen que después desistan de su participación. Por eso a veces no tenemos tanta participación en ámbitos políticos o gremiales. No es lo que dicen los varones: “no encontramos mujeres con muchas ganas de participar”. Ganas de participar tenemos, el problema es que a veces se imposibilita la participación por los tiempos, por los espacios.
En el libro que mencionaba, cuentan la historia de Vanesa Siley (una queridísima compañera que es diputada) y ella contaba que las reuniones eran desde las 20 a las 00 hs. Entonces claro, las mujeres a veces no podemos participar de esas reuniones. Ella desde que asumió, impuso en la conducción de su gremio, que las reuniones si iban a hacer por ejemplo a las 14 o 15 hs., y al que le guste bien. Parecen cosas sonsas u obvias, pero todo lo que tenga que ver con el horario, con los traslados, con las distancias y demás hacen que se imposibilite o no la participación de las mujeres.
Hay gremios que obviamente son más masculinizados que otros. El gremio docente al que pertenezco es un gremio especialmente feminizado, a pesar de que las mayorías de las conducciones son de varones.
Sin menoscabar el valor de dirigentes, por ejemplo, como Roberto Baradel, de todas maneras ser dirigente varon de un gremio que tiene un 90% de mujeres, también tendría que prender una alarma en cuanto a cómo estamos construyendo ¿no?
Nosotros desde los gremios decimos claramente que construimos con los varones, no construimos nunca solas. En los gremios se construye entre hombres y mujeres. El tema es que las mujeres estamos peleando con actitudes y conductas patriarcales, androcéntricas, muchas veces misóginas, que hacen que -por ahí- a una le cueste un poco más el trabajo gremial o, lo peor, que desista de ese trabajo porque “no puedo contra esto, me cansé, no tengo ganas de renegar”.
No es una característica propia y exclusiva de los gremios, de hecho también pasa en los partidos políticos, en los distintos lugares gubernamentales. Es una pelea que hay que dársela con tiempo. Me hace muy feliz pensar que el feminismo ha llegado a los gremios para instalarse. Obviamente que va a costar, porque lleva su tiempo. Hay cambiar la cabeza, no solamente de los compañeros varones, sino también muchas cabezas de mujeres que entienden la lógica sindical de esta manera. Ahí cuesta un poco más avanzar en la cuestión.
¿Cómo están analizando y qué respuestas están dando desde el Movimiento Obrero ante el nivel de ataque que se está sufriendo de parte del gobierno que evidentemente está tratando de generar una campaña en la que la demonización de los y las dirigentes es un eje principal?
No es una sorpresa viniendo del presidente Macri. No nos olvidemos que el gobierno de Macri inició apaleando a los docentes cuando pretendimos hacer el primer paro nacional al gobierno y después cuando los docentes de CTERA instalaron la carpa itinerante.
Y después la denostación de todos los dirigentes gremiales para hacerle creer a la gente que la culpa de todos los males es justamente de la dirigencia sindical.
Nosotros participamos no solamente en la actividad gremial de cada uno de los gremios, sino también en la Corriente Federal, en los ámbitos de la CGT y demás. Lo que ahora veo es un movimiento obrero más movilizado, más comprometido, más posicionado al respecto de todo lo que está padando
La demostración de los dirigentes gremiales es propia de este tipo de gobierno que obviamente no quiere que los gremios funcionen. Sobre todo porque denostando a los dirigentes gremiales hay mucha gente que cree lo que dice el gobierno o los medios hegemónicos y pretenden debilitarnos.
Creo que van por mal camino porque los dirigentes gremiales, se han posicionado mejor y se han fortalecido. Robi Baradel es un extraordinario dirigente de la docencia argentina; el compañero Palazzo, ni hablar. Es muy típico de los gobiernos autoritarios. Me gustaría ver que todos los trabajadores defiendan a sus dirigentes gremiales. Me parece que hay que posicionarse fuertemente.
Hoy inicia la cumbre del Mercosur y es hasta el jueves de esta semana y el martes hacemos, en la sede del FESTRAM, una contracumbre, la Cumbre de los Pueblos. Justamente nos vamos a juntar todos los gremios que pertenecemos a la CGT y a las CTA, a la Corriente Federal, al Movimiento Sindical Rosarino y demás, para justamente hablar de la problemática de los trabajadores y repudiar todas estas actitudes que el gobierno tiene para los trabajadores en general y para la dirigencia sindical en particular.