Por Nicolás Sampedro*
En 2012 el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmaba en conferencia de prensa que la única regla vigente sobre este mundo es que no había reglas. Y la detención de Assange de estos días confirma la teoría del ex KGB.
Es por todes conocido que el fundador de WikiLeaks se encontraba protegido en la embajada del Ecuador en Londres desde 2012, cuando el presidente Correa le otorgara el asilo político, ante la descarada persecución de los EEUU y sus aliados Gran Bretaña, Suecia y Australia.
El ya descartable presidente ecuatoriano, hizo un último favor a los gringos, quizás intentando garantizarse un lugar en el salón de los terroristas, tristemente célebres, que protege Washington.
Es que según los datos de las últimas dos encuestas realizadas por la CELAG “Lenín Moreno pasó de tener un saldo neto positivo de 2,8 puntos en noviembre de 2018 a uno negativo de 19 en marzo de este año”. Hasta sus supuestos “amigos” (banqueros, empresarios y miembros de la vieja partidocracia entreguista) comenzaron a dejarlo sólo. El Dr. en Economía Aplicada y Director de CELAG (España), Alfredo Serrano Mancilla afirma que “sea como fuere el canal institucional, la política ya ha fijado la fecha de caducidad”.[1]
Reafirmar la gravedad de la situación, es cuestión de mencionar algunos hechos publicados por infinidad de medios de comunicación y analistas: No queda del todo claro si previo a la detención Moreno había quitado el asilo; Assange no se entregó voluntariamente, la policía británica ingresó a la embajada del Ecuador en Londres, con lo cual el presidente de ese país pidió a las fuerzas piratas que violen su territorio; como agravante, Assange desde hace varios meses era ciudadano ecuatoriano, motivo por el cual el gobierno entregó a un compatriota; Moreno dice que el gobierno británico envió cartas garantizando que no se extraditará a Assange, el ex-presidente Correa lo desafió a mostrarlas.
El caso de Assange pone en evidencia múltiples hechos:
- Que los EEUU necesitan perseguirlo y encarcelarlo de por vida como forma de adoctrinamiento para quien ose intentar develar información para ellos estratégica o sensible a sus intereses;
- Que tanto EEUU como el resto de los gobierno involucrados son capases de saltarse cualquier tratado internacional, convención, ley o reglamento con tal de impedir que el status quo cambie;
- Que los medios de comunicación occidentales y les periodistas que para elles trabajan no hace periodismo, sino propaganda, operaciones y/o negocios;
- Que la libertad de expresión no existe, que es un cuento inventado por las corporaciones mediáticas para operar sobre la ciudadanía a favor de sus intereses; que es un derecho vulnerado permanentemente;
- Que la traición de alguien que se suponía parte de un proceso popular como la Revolución Ciudadana puede ocasionar un daño sin precedentes;
- Que los procesos políticos neocoloniales y/o de regeneración neoliberal tienen patas cortas y que más temprano que tarde caerán por su propio peso (lo cual no quiere decir, necesariamente, que vuelvan gobierno populares);
En relación al hecho el ex analista de la NSA de los EEUU, Edward Snowden dijo que “Las imágenes del embajador de Ecuador invitando a la Policía secreta británica a la embajada para sacar al editor de -les guste o no- un periodismo galardonado fuera del edificio acabará en los libros de historia. Los críticos de Assange pueden celebrarlo, pero es un momento oscuro para la libertad del periodismo”.[2]
“Sarah Palin, excandidata republicana a la vicepresidencia de los Estados Unidos, decía en noviembre del 2010: “Assange es un operador antiestadounidense con sangre en sus manos ¿Por qué no fue perseguido con la misma urgencia que perseguimos a los líderes de Al-Qaeda y el Talibán?”.[3]
Newt Gingrich, candidato presidencial en las primarias republicanas, decía en diciembre 2010: “Julián Assange está involucrado en terrorismo. Debe ser tratado como un combatiente enemigo. WikiLeaks debería ser clausurado permanente y decisivamente”.
Estas declaraciones y lo que sucedió con el australiano son quizás, como lo afirma Bruno Sgarzini (miembro de Misión Verdad) la comprobación de que el mundo vive un estado de excepción global y que “la forma de actuar del 1% ante Assange, sintetiza exactamente el lugar que ocupan en las sociedades modernas, quienes pretendan modificar el status quo”.
En palabras del colega “la conclusión, más que demoledora, es que ninguno de los mitos del liberalismo, como la democracia, la libertad y los derechos humanos, están reservados a quien atente contra uno de sus pilares fundamentales: el sepulcral silencio alrededor de cómo las riquezas se fundan en base al saqueo y la sangre de los más pobres del mundo”.[4]
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* Periodista especializado en temas internacionales, conductor del programa Marcha de Gigantes (AM 1390 Radio Universidad Nacional de La Plata), productor general del programa La Marea (FM 90.5 Radio Futura), redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Timón.
[1] https://www.celag.org/good-bye-lenin-en-ecuador/
[2] https://www.telesurtv.net/news/reino-unido-julian-assange-periodistas-hacker-snowden-20190411-0043.html
[3] https://www.alainet.org/es/articulo/199294
[4] http://misionverdad.com/entrevistas%20/detencion-de-assange-una-imagen-concreta-de-como-funciona-el-capitalismo-moderno