Por Nasim Iusef Venturini*
El negacionismo que propone la Alianza Cambiemos es brutal. No sólo niega que el Estado haya sido criminal en la última dictadura militar, sino que también niega que el rumbo económico que están llevando a cabo esté más próximo a la colisión que a generar empleo y que mejoren las condiciones de vida de lxs habitantes del suelo argentino.
Desde hace un año cuando se comenzaron las negociaciones con el FMI, el rumbo de la economía es tan errático como errado. Se profundizó el endeudamiento, el ajuste no hizo más que profundizar la recesión y en el medio, la deuda sólo cubre la fuga de capitales en un esquema de valorización financiera criminal.
La incapacidad del gobierno de controlar los resortes de la economía son producto de sus propias decisiones. La liberalización total del mercado de cambio (“fin del cepo”) trajo consigo vulnerabilidad externa, es decir que cualquier movimiento adverso en los mercados internacionales (de por sí muy volátiles) repercute en la economía argentina, provocando una caída aún más estrepitosa.
Que en estas últimas semanas la cotización del dólar vuelva a preocupar a todxs tiene que ver con una realidad innegable de nuestra economía: Argentina tiene una economía bimonetaria en el plano práctico, y ante eso, en vez de dimensionarlo y proponer políticas económicas que protejan los ingresos de lxs trabajadorxs, se opta por el liberalismo a ultranza (el “sálvese quien pueda”), mientras se rifa la soberanía económica y se profundiza un plan de miseria planificada.
“El rumbo es claro, seguir en la misma dirección, lo más rápido posible”, Macri dixit… Lo que no dicen es que el rumbo es de colisión.
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* Economista, integrante del colectivo “Economía a pata”, Co-conductor de “Promocionando la Salud” (Radio Futura – FM 90.5), Redactor de Revista Trinchera y colaborador de Agencia Trinchera.
